María Terremoto: “Ahora me siento poderosa para cantar, reír y reivindicarme”

María Terremoto (Jerez, 25 años) ha sacado a la luz ‘Manifiesto’. Más que un disco, es un “viaje personal” de esta artista que ya lleva un largo camino recorrido porque empezó en el flamenco a los 15 años. Procede de la saga de los ‘Terremoto’, una de las más respetadas del panorama flamenco nacional y andaluz gracias a su abuelo y a su padre. Con ese respeto hacia la historia, María quiere emprender ahora su propio camino con un disco en el que no abandona las raíces, pero también aporta su sello personal.

Manifiesto tiene bulerías, alegrías, una petenera... María Terremoto está acompañada a la guitarra de Yerai Cortés, uno de los fenómenos flamencos del momento. Ambos son el claro ejemplo de la explosión de las nuevas generaciones de este ancestral género musical, que revive ahora con más fuerza que nunca. “Se ha vuelto a lo orgánico”, dice María, que ha grabado varios videoclips en las 3.000 viviendas en Sevilla. Atiende a AS en una entrevista en el hotel UMusic de Madrid:

Pregunta: ¿Cómo quiere que la traten, como cantaora o como cantante?

Respuesta: Pues, si le soy sincera, como cantante. Porque, aparte de yo venir de una saga de cantaores, pues yo también canto otras cosas y quiero que me tomen como una cantante. Quiero salir un poco de ese cuadro ahí cerrado. No lo llamaría atadura, pero sí tengo respeto hacia mi herencia.

P: Por eso su disco Manifiesto, porque quiere demostrar...

R: Claro, Manifiesto es un viaje personal. Tiene una historia detrás, se trata de una serie de etapas de mi vida que he reflejado en mi música y en este disco. Es una cronología que empieza en un punto en el que todo es oscuro para mí: miedo, dolor… y voy caminando, progresando y sanando, despojándome de muchas cosas, me quito las vestiduras negras y me pongo las blancas. Me corono personalmente y me siento poderosa para cantar, reír y reivindicarme. Espero que la gente se sienta identificado con él, y que, aunque estés en la oscuridad, con fuerza, voluntad y valor puedes salir.

P: ¿Y cómo ha sido esa transición del cante más tradicional hasta ahora? ¿Qué ha pasado para decir: “Voy a tirar por este camino”?

R: Ha sido un proceso largo, porque yo empecé jovencita en el mundo profesional, tenía 15 años y era un poco ajena a muchas cosas. Yo lo que quería era cantar, no echaba cuentas realmente, ni veía la responsabilidad ni el trabajo que requería y si es verdad que he tirado mucho de ADN. Y ahora, en parte gracias a eso, sí me siento con muchísima más responsabilidad, madurez, ganas de trabajar y de esforzarme. He recorrido una parte y ya necesito recorrer nuevos caminos.

P: Hay un vídeo de hace tiempo en el que sale acompañada por Yerai Cortés a la guitarra. Ahora toca contigo en Manifiesto...

R: Eso hace años, pero años ¿eh? Ahí fue la primera toma de contacto con Yerai. Nosotros ya nos conocíamos por otros amigos que teníamos en común y demás. Pero vamos, ni pensaba que yo quería hacer un disco con él. Eso no estaba preparado. Hace un año contactamos y la verdad es que Yerai es un musicazo. Es que el flamenco está muy moda.

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P: ¿Qué tal ha sido la producción con Yerai? ¿Cuánto tiempo lleváis trabajando el álbum?

R: ¿Te digo la verdad? Grabamos el disco en seis días, y teníamos el estudio reservado para diez días.

P: Pero algo llevaría preparado ya de casa...

R: No, no, no. Fui con mis composiciones y con mis ideas claras. El primer día ordenamos un poco, estructuramos, Yerai cambió algunas cosas, por ejemplo, las verdiales iban a ser unas granaínas, pero él me dio la idea de hacerlas verdiales. Sacamos un tema, luego otro, después otro… Las bulerías y la alegría las compuse estando en Madrid, mientras grabábamos, en tan solo una noche, y cuando nos dimos cuenta, el disco estaba terminado. Nos sobraron tres días y los utilizamos para hacer una escucha. El proceso creativo fue rapidísimo porque surgió y salió así, fue mágico. Yerai es un tío con muchísima personalidad, con muchísima magia. Yo pensaba que nos iban a faltar más días de estudio, porque con diez no teníamos ni para empezar. Cuando terminamos de grabar, nos pegamos un fiestón.

P: Se llenan salas para ver flamenco...

R: La verdad es que eso mola mucho, porque al final los jóvenes también tenemos nuestro cometido, que es hacer que no se pierda el flamenco. Hay que saber disfrutar y hacer las cosas con respeto a los artistas. Si se hace música con conocimiento, yo no creo que se esté desvirtuando nada, ni menospreciando, ni desprestigiando... Al final, si tú sabes lo que estás haciendo, creo que te puedes permitir con respeto hacer lo que quieras. El flamenco se está abriendo por muchas vías, incluso por la electrónica, gente que hace cosas más clásicas... De repente, se está viendo como un panorama muy guay, es bonito. Cada uno somos de una manera, tenemos una personalidad y yo creo que es bonito ofrecer la originalidad de cada uno.

P: Tienes la responsabilidad de tu apellido, ¿a veces pesa o la llevas con orgullo?

R: La llevo con orgullo, pero pesa. Es un poco las dos cosas, pesa mucho y además es una cosa de la que me quiero despojar poquito a poco y tomar mi propio camino sin que tenga que estar siempre con la cosa del apellido, de la herencia... Yo estoy orgullosa de donde vengo, pero al final yo también quiero que se me reconozca por mí...

P: ¿Tú crees que ese peso viene tanto de fuera como de dentro? Quiero decir, el peso que uno mismo se pone, de estar a la altura.

R: Te exiges más y te pones más trabas tú misma, pero de fuera también se nota, sobre todo en el público flamenco, la presión es enorme. Hay una exigencia alta ahí. Es como que tienes que estar limitada a tirar por el camino de tu familia, los cantes de tu casa... Pero yo quiero hacer otras cosas y en este disco puedes escuchar una petenera, unos verdiales... que no es una cosa que la gente esté acostumbrada a escucharme, pero al fin y al cabo hay muchísimos palos de flamenco que no están tocados y que son bonitos. Yo creo que ya todo el mundo sabe que lo hago, y necesito también quitarme un poco de eso. Y sí, es chungo, porque, viniendo de una casa tan bonita, muchas veces, el público ya te exige más de la cuenta, y ya te pone, te presiona tanto, que muchas veces ya hay que hacer para cumplir la exigencia más que por ti.

P: Y viniendo de esa familia de artistas, ¿siempre tuviste claro que querías cantar?

R: Desde el minuto uno, sin duda. Yo no sabía cuándo iba a ser el momento, no sabía si iba a llegar ni siquiera, pero yo tenía claro que mi vocación era ser artista. Que gracias a Dios me llegó el momento, yo sabía que era mi vocación.

P: En una entrevista decías que tu padre fue un artista infravalorado.

R: Y lo sigo diciendo, por supuesto. Por circunstancias de la vida se fue, por una enfermedad muy complicada y compleja, y no tuvo el reconocimiento que pudo haber tenido. Para mí es injusto, por parte de la vida, del universo o de quien tenga la culpa, me hubiera gustado que se le hubiese reconocido más, pero yo haré todo lo posible para que así sea.

P: ¿En qué momento te ves con posibilidades de vivir de esto?

R: Ha sido un progreso, pero si hay un momento en el que crea que puedo vivir de esto, es ahora. Después de tanto tiempo, es ahora el momento cuando digo ‘puedo hacerlo’, cuando soy yo, María Terremoto, y no porque sea hija o nieta de alguien, sino porque soy yo misma. Busco quitarme ese peso, lo mismo que intentaba mi padre, que al pobrecito no le dio lugar, quitarse esa cruz que le persiguió toda su vida.

P: ¿Qué hay después de este lanzamiento?

R: Lo que ahora quiero es andar en el camino de Manifiesto. Quiero recorrerlo entero, he cerrado una puerta y abro otra con este álbum.

P: ¿Qué puerta cierras?

R: Esa etapa de María niña que no sabe dónde está posada. Ahora soy una mujer con mis cosas claras, defendiendo mis derechos con fuerza y voluntad.

P: ¿Cómo ves la situación actual de la mujer en el flamenco?

R: Creo que hoy en día no tenemos tantas trabas como han tenido otras. Nosotros todavía vivimos episodios que no deberían ocurrir, pero yo, personalmente, no he sufrido ningún tipo de discriminación por ser mujer: no me han bajado de un escenario por ser mujer, ni me han dicho ‘no cantes’ por ser mujer, ni me han obligado a no ponerme algo por ser mujer. Que nosotras ya casi no vivamos este tipo de cosas se lo debemos a todas las que nos han dejado el camino liso y se reivindicaron en su momento. Aurora Vargas, Remedios Amaya, Fernanda y Bernarda de Utrera… Le doy las gracias a todas estas referentes.

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P: ¿Qué fechas tienes?

R: Presentamos el álbum el 24 de mayo en el U Music Hotel, en el Teatro Albéniz. Pero tenemos muchos sitios pendientes que ya iremos desvelando.

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