OBITUARIO

Muere Robert Blake, actor de ‘Baretta’ y ‘A sangre fría’, a los 89 años

Su carrera en la interpretación comenzó siendo un niño, aunque en el nuevo siglo fue más noticia por ser acusado de asesinar a su esposa. Fue absuelto.

Actualizado a
Muere Robert Blake, actor de ‘Baretta’ y ‘A sangre fría’, a los 89 años

El actor estadounidense Robert Blake ha fallecido a los 89 años de edad en su casa de Los Ángeles. Tal y como ha confirmado su sobrina en un comunicado, el de Nueva Jersey, mundialmente conocido por su papel como el detective Tony Barettta en la serie ‘Baretta’ y por protagonizar ‘A sangre fría’, llevaba un tiempo sufriendo una enfermedad cardíaca. Su trayectoria, que empezó a construir en su niñez, quedó empañada en el nuevo siglo por una acusación de asesinato, aunque unos años después fue absuelto.

Nacido en el pequeño municipio de Nutley (Nueva Jersey) como Michael James Vincenzo Gubitosi, comenzó muy pronto a dar sus primeros pasos en el mundo de la interpretación. Sus padres presentaban actuaciones del pequeño junto a sus hermanos llamadas ‘Los tres montañeses’ y en 1938 se mudaron a Los Ángeles para comenzar a realizar papeles como extras. No tenía ni 10 años cuando interpretó a Toto en ‘Bridal Suite’ y eso le abrió paso a ‘La pandilla’, donde aparecía con su verdadero nombre. En 1942 decidió cambiarlo por Bobby Blake, y durante esa década disfrutó de papeles de éxito en ‘El gordo y el flaco’ y ‘El tesoro de Sierra Madre’ con Humphrey Bogart.

Sin embargo, pese a ser un actor con cierto reconocimiento, no tuvo una infancia feliz. Según él, su vida familiar entonces era miserable y tildó a su padre de alcohólico y abusador. En la escuela, además, se metían con él y eso le generó innumerables peleas hasta que fue expulsado. Finalmente, con solo 14 años, se escapó de casa y poco después se alistó en el Ejército de los Estados Unidos.

Eso le cambió la vida, se formó en la escuela de actuación de Jeff Corey y se convirtió en un actor experimentado. En 1956 ya fue presentado como Robert Blake y bajo ese nombre actuó en ‘The Purple Gang’, ‘Valiente marino’ y ‘La historia más grande jamás contada’, aunque su papel más importante en esa época fue el de Perry Smith en ‘A sangre fría’, la adaptación de la aclamada novela homónima de Truman Capote. No obstante, el trabajo que más reconocimiento le trajo fue el de Tony en la serie ‘Baretta’, que le sirvió para ganar el Emmy. Ganaría otro en los 90 gracias a ‘Judgment Day: The John List Story’. A finales de los 90 dejó de trabajar y llegó una etapa muy difícil.

Acusación de asesinato y bancarrota

En 1999 Blake conoció a Bonnie Lee Bakley, una mujer que arrastraba la fama de explotar a ancianos por dinero, especialmente famosos. Mientras estaba con él, Bonnie tuvo un romance con Christian, hijo de Marlon Brando, y se quedó embarazada. A los dos les dijo que eran el padre del bebé, pero cuando el pequeño nació ella aseguró que tenía la sangre de Brando. Robert Blake le pidió una prueba de ADN y esta determinó que era el padre biológico. Con esta noticia, en noviembre de 2000 se casaron en lo que fue el segundo matrimonio de Blake y el undécimo de Bakley.

El 4 de mayo de 2001 ambos salieron a cenar a un restaurante en Studio City y Bakley fue asesinada de un disparo en la cabeza mientras estaba sentada en el coche, que estaba aparcado en una calle cercana. Robert Blake aseguró que él había regresado al local a por un arma que había dejado en la mesa y que en ese tiempo había ocurrido el crimen. Pero tras las primeras investigaciones, ningún comensal ni ningún camarero recordaba que el actor hubiera regresado al restaurante. Fue arrestado en abril de 2002 acusado de asesinar a su esposa después de que el actor de doblaje Ronald ‘Duffy’ Hambleton asegurara que Blake le había intentado contratar para matar a Bonnie.

El 13 de marzo de 2003, tras pasar casi un año en la cárcel, Blake consiguió que el juez estableciera una fianza y abonó 1,5 millones de dólares para salir a la espera de juicio. Tuvo que esperar hasta dos años después para ser encontrado no culpable por falta de pruebas. Pero su desdicha no acabó ahí. Los cuatro hijos de Bakley le demandaron por ser responsable de la muerte de su madre y por ingresos no efectuados, lo que le valió el ser condenado a pagarles 30 millones de dólares. Él se declaró bancarrota, obtuvo un trabajo en un rancho y se mudó a un pequeño apartamento.