Muere Eduardo Ladrón de Guevara, cocreador de ‘Cuéntame’, el mismo día en el que termina la serie

Una amarga coincidencia ha bañado en tristeza el final de una de las producciones más icónicas de la historia de la televisión en España. Eduardo Ladrón de Guevara, guionista y cocreador de Cuéntame cómo pasó, ha fallecido a los 80 años el mismo día en el que se estrena el último episodio de la serie que él mismo imaginó. También periodista y dramaturgo, Ladrón de Guevara deja tras de sí un amplio legado creativo.

La noticia la ha confirmado Alma, el sindicato de guionistas. “Agradecemos su talento y su trabajo en una larga trayectoria. Descanse en paz”, expresaron a través de redes sociales. Y terminó de ser real cuando el perfil de X (Twitter, antes) de Cuéntame dedicó unas palabras a su deceso: “ha fallecido Eduardo Ladrón de Guevara. Uno de los grandes guionistas españoles y alma de nuestra serie. Gran profesional y querido compañero, nuestra historia no podría haberse escrito sin él. Todo nuestro cariño a su familia”.

Además de cocreador de la mítica serie de TVE, Ladrón de Guevara fue también guionista desde 2001 a 2017 y coordinador. El mismo día en el que fallece concluye también la serie de sus amores tras 413 capítulos; sobre esta cifra logra también un récord personal, ya que él es la persona que más capítulos ha firmado como equipo de guion, alcanzando un total de 230.

Un legado imborrable

Más allá de la historia familiar de los Alcántara, que ya es inmortal gracias a su mágico toque, también dejó su huella en otras series como Farmacia de guardia, Los ladrones van a la oficina, Querido maestro o Manolito Gafotas. Sus trabajos venían influenciados por una larga experiencia que desarrolló en ámbitos muy diversos y sobre los que nunca pasó desapercibido. Su talento no fue flor de un trabajo, por extenso que resultase, sino de una vida dedicada a la escritura.

Como periodista, trabajó en diarios de la talla de Informaciones y Pueblo, además de colaborar con agencias de noticias y enviar sus artículos a más de cincuenta periódicos diariamente. La tinta de sus obras llegó a los escenarios y, como dramaturgo, escribió más de una veintena de obras; su labor en el difícil mundo del teatro se vio compensada con los premios Constitución, Calderón de la Barca, Borne, Rojas Zorrilla y Ciudad de San Sebastián.

También aspiró a galardones por su inmensa obra para televisión, alzándose con premios nacionales e internacionales entre los que destacan el New York Festival, el Ondas, Fotogramas, Academia de las Artes y las Ciencias de Televisión o el Premio Nacional de Televisión, que ganó el mismo año de su estreno. También fue finalista en 2003 de los Emmy. Una trayectoria que hoy se apaga, como también lo hace la serie de su vida, pero cuyo fuego queda intacto con la inmortalidad que rebosan aquellas obras escritas por los pocos lápices que saben transformar una idea en una producción de más de dos décadas..