EUROVISIÓN 2023

Las ‘maldiciones’ de Eurovisión: del color al puesto maldito

Los más supersticiosos pueden estar tranquilos con Blanca Paloma porque ninguna de las tres afecta a la representante española.

Las ‘maldiciones’ de Eurovisión: del color al puesto maldito

En la noche de este sábado 13 de mayo se celebra una nueva edición del Festival de Eurovisión y los más supersticiosos ya miran todos los detalles que puedan ‘afectar’ a alguno de los participantes. Hasta 37 países han intentado hacerse con el triunfo este año desde que el martes arrancara la primera semifinal, pero al final del certamen solo uno tendrá la mayor felicidad mientras sostiene el preciado Micrófono de Cristal. Lo más lógico es pensar que la mejor actuación se llevará el trofeo, más allá de que algunos países otorguen puntos por ‘amistad’, aunque algunos espectadores tratan de buscar explicación a las victorias basándose en otros aspectos como maldiciones y supersticiones.

Sigue en directo la final de Eurovisión 2023: España, con Blanca Paloma

Una de las maldiciones más conocidas es la que tiene que ver con el orden de actuación. Y es que jamás en toda la historia de Eurovisión ha ganado el país que actuó en segundo lugar, ni cuando participaban una decena de países ni cuando lo han hecho más de veinte. Algunos analistas se han referido a él como “el puesto de la muerte” y hasta nueve artistas que actuaron en segunda posición terminaron últimos. La primera vez que pudimos ver los estragos de este puesto fue en 1958 cuando el neerlandés Corry Brokken, ganador un año antes, actuó en segundo lugar y terminó último con un solo punto. En 2023 será Portugal el segundo país en salir al escenario, por lo que si tenemos en cuenta la superstición, podemos descartarlo como candidato a la victoria.

El color verde, maldito

La segunda maldición tiene que ver con el color, pues cualquier seguidor de Eurovisión sabe que hay que evitar el verde si se quiere pensar en la victoria. Aquellos que se decantan por prendas de este color no tienen buena suerte y en la mayor parte de las ocasiones ni siquiera se clasifican para la final. Hay que recordar que antes de 1968 el certamen se retransmitía en blanco y negro y no se tienen detalles de las ediciones anteriores, pero sí después. Una de las primeras y grandes afectadas fue la alemana Katja Ebstein, que era la gran favorita en la edición de 1970 y se tuvo que conformar con el tercer puesto.

La maldición del ganador

Ninguna de las tres maldiciones que se mencionan en este texto afecta a Blanca Paloma. La ilicitana actuará en octavo lugar y presumiblemente lo hará con el rojo como color predominante, por lo que en principio no habría que preocuparse por supersticiones y sí por el hecho de que Suecia, principal favorita, actúa justo después. Pero España y los fans de la artista se agarran a la última maldición para tratar de conseguir el triunfo, pues esta sí afecta a la sueca Loreen y podría acercar a Blanca Paloma al primer puesto.

Se trata de la maldición del ganador, que apunta a que aquel artista que se proclama vencedor en un certamen no repite victoria cuando se presenta por segunda vez. Solo uno ha conseguido la gesta de ganar dos veces Eurovisión: Johnny Logan en 1980 y 1987. Este año Loreen parte como principal favorita once años después de ganar el festival de 2012 con Euphoria, por lo que Blanca Paloma se agarra a esta superstición para quitarse a su principal rival por la victoria. Los expertos situaban también a Finlandia