Las 15 estrellas de Hollywood que rechazaron los Premios Oscar
Los Oscar han vivido, a lo largo de su historia, momentos de todo tipo. Incluso, estrellas que han rechazado la estatuilla por motivos de lo más diversos.
Los Premios Oscar son uno de los eventos más esperados del año en el mundo del cine. Estos reconocimientos, los más importantes en el séptimo arte en los Estados Unidos, premian las mejores actuaciones en diferentes categorías. Como cada edición, Los Ángeles es la sede de este acontecimiento, que reúne las miradas de millones de personas alrededor del mundo, pendientes de lo que pase, tanto en la alfombra roja, como en el transcurso de la gala, que se va acercando a su edición número 100.
Con el paso de los años, averiguar la identidad de los y las ganadores de estos premios es un momento de lo más esperado. Todos quieren conocer a los vencedores de las diferentes categorías de las que se componen los Premios Oscar. Asimismo, el discurso de agradecimiento es otra de las fases que levantan más expectación en el transcurso de una de las galas más seguidas a nivel mundial. Sin embargo, cabe destacar que no siempre se han aceptado las estatuillas.
A lo largo de la historia han sido numerosas las estrellas del celuloide que, por uno u otro motivo, han sido protagonistas por su desplante, ya sea por no acudir a recoger la estatuilla, o por su rechazo a aceptar el premio. Aunque este último es un acto de cara a la galería, dado que la Academia sigue reconociendo incluso a los díscolos como acreedores del galardón.
Dudley Nichols
Galardonado en 1936 por su guión para El delator, cinta dirigida por John Ford, rechazó el premio por diferencias con Academia de las Artes y las Ciencias, aunque acabaría aceptándolo dos años más tarde. El también director fue nominado en otras tres ocasiones y se da la circunstancia de que antes de iniciar su carrera cinematográfica fue uno de los periodistas más destacados del New York Post.
Alice Brady
Brady ganó el premio a la mejor actriz de reparto en 1937 por su papel en En el viejo Chicago, pero no asistió a la ceremonia. Lo curioso del caso es que un hombre subió al escenario y aceptó la placa en su nombre (no se concedió estatuilla a los actores de reparto hasta 1944). Con el tiempo se supo que se trataba de un espontáneo, que nunca fue encontrado ni tampoco la placa. La Academia le otorgó una nueva a Brady.
Katharine Hepburn
Con 12 nominaciones, solo superada por Meryl Streep, y cuatro premios en su carrera cinematográfica, se da la circunstancia de que no asistió a ninguna de ellas. Solo tuvo a bien aparecer en 1973, cuando presentó el Irving G. Thalberg Memorial Award, concedido a su amigo Lawrence Weingarten.
John Ford
El actor, director y productor norteamericano está considerado como una de las grandes personalidades de la historia del cine. A lo largo de su prolífica carrera se alzó con siete estatuillas y firmó alguna de las mejores cintas de todos los tiempos, pero al igual que Hepburn, jamás acudió a las galas a recibir sus galardones.
Elizabeth Taylor
Una de las grandes divas de Hollywood fue una excelente actriz con una tortuosa vida amorosa. Precisamente empujada por Richard Burton, la actriz rechazó acudir a la gala en la que fue premiada por ¿Quién le teme a Virginia Woolf? (1966). Era su segundo Oscar al que se unió con el paso de los años un tercero de carácter honorífico.
George C. Scott
Tras dos nominaciones y una serie de desencuentros con la Academia, Scott rechazó su tercera nominación como mejor actor por Patton en 1970, y anunció que rechazaría el premio si ganaba. Obviamente eso no impidió que le concedieran el Oscar, pero no estaba allí para recibirlo.
Marlon Brando
Otra de las grandes estrellas de Hollywood a la que no le importó desairar a la industria a pesar de que contaba, como así acabó sucediendo, con muchas posibilidades de ganar el premio al mejor actor por su papel como Vito Corleone en El Padrino. Brando no acudió a la ceremonia de 1973 y en su lugar sí lo hizo la activista de los derechos civiles de los indígenas estadounidenses, Sacheen Littlefeather, que pronunció un discurso en protesta por el trato dado a los nativos americanos en el cine.
Stanley Kubrick
Director de cine, guionista, productor y fotógrafo estadounidense nacionalizado británico, Kubrick, sorprendentemente, nunca llegó a ganar un Oscar en las categorías más importantes a pesar de haber estado nominado en más de 10 ocasiones. Sí lo hizo en 1969 gracias a los efectos especiales en 2001: Una odisea del espacio. Pero Kubrick no estaba presente para recogerlo.
Michael Caine
Michael Caine no estuvo presente cuando obtuvo su primer Oscar en 1986 como mejor actor de reparto por Hannah y sus hermanas debido a compromisos laborales. Sí lo hizo el actor británico en el año 2000 cuando le concedieron su segunda estatuilla por otro papel secundario en Las normas de la casa de la sidra.
Paul Newman
Se da la circunstancia de que Paul Newman ganó su primer Oscar después de recibir uno honorífico y tras siete nominaciones. Y cuando llegó el momento de recoger la estatuilla por El color del dinero el magnífico actor ya estaba hastiado de acudir sin éxito y no asistió a la gala en 1987. Es, junto a Katharine Hepburn, Laurence Olivier, Jack Nicholson, Michael Caine y Meryl Streep, uno de los pocos intérpretes en estar nominado en alguna categoría interpretativa en cinco décadas diferentes.
Woody Allen
En el caso del prolífico cineasta norteamericano, hay que tener en cuenta que tiene por costumbre no asistir a las ceremonias de entrega de premios. Ni siquiera a la edición de 1978, cuando se llevó tres galardones por Annie Hall. Solo hizo una excepción en 2002, tras el 11 de septiembre de 2001, con el único objetivo de rendir homenaje a la ciudad de Nueva York. Su ciudad.
Roman Polanski
La de Polanski es una historia salpicada por el drama. Es superviviente del Holocausto, su mujer Sharon Tate fue asesinada en 1969 por seguidores de Charles Manson y lleva años huido de la justicia estadounidense por acusaciones relativas a delitos sexuales. En 2003 no asistió a la ceremonia para recoger la estatuilla al mejor director por su trabajo en El pianista. Una cinta excelsa por otro lado.
Eminem
Cuando Eminem ganó el Oscar a la mejor canción original por Lose Yourself en 2002, no estuvo presente para recibir el premio. Dormía plácidamente. Más tarde compartiría en una entrevista que no asistió al verse sin posibilidades porque en la misma edición competía contra Bono, el cantante de U2, que se presentaba con The hands that build America (Gangs of New York). Es probable que el irlandés se llevara la misma sorpresa.
Peter O’Toole
Primer actor en rechazar el Oscar honorífico. Fue en 2003 y antes de ese galardón había estado nominado en siete ocasiones sin éxito. Se negaba a recibir semejante premio estando en activo y solo cuando la academia le indicara que Paul Newman y Henry Fonda ganaron un Oscar después de recibir el honorífico, O’ Toole cedió y aceptó finalmente el premio en la ceremonia de 2003.
Will Smith
Nominado en dos ocasiones por Ali (2002) y En busca de la felicidad (2007), en 2016 anunció que no asistiría a la ceremonia de entrega de los premios en señal de protesta por la falta de diversidad en las diferentes nominaciones ya que, por segundo año consecutivo, los 20 nominados eran blancos.
Banksy
El del misterioso artista británico es un caso muy curioso. En 2011 su ópera prima Exit Through the Gift Shop fue nominada al Oscar al mejor documental. Pero a Banksy le prohibieron asistir a la ceremonia con una máscara por lo que declinó la invitación. En cualquier caso, Inside Job se alzó finalmente con el galardón.
Terrence Malick
Vaya por delante que nunca ha asistido a los Oscar. Ni tampoco se ha llevado ninguno, pero su historia es curiosa ya que declinó la invitación a la gala en la que era candidato por La delgada línea roja (1998) porque se sintió traicionado por los productores de la película e iban a acudir. Pero al final no asistieron ni Malick ni los productores. Ni hubo premio. Malick tampoco se presentó a la ceremonia de 2012, en la que fue nominado por El árbol de la vida, con la que tampoco logró la estatuilla.