La razón por la que Tamara Falcó perdonó a Iñigo Onieva
La marquesa de Griñón repasó su relación con el ingeniero madrileño, con el que se casó el pasado julio, en su paso por el programa de Joaquín en Antena 3.
Joaquín tuvo anoche en El novato a uno de los rostros más cotizados de la crónica social de España: Tamara, la marquesa de Griñón, a la sazón, la hija de Isabel con el ya desaparecido Carlos Falcó. El andaluz entrevistó a la socialité y le sacó grandes titulares de su lado más personal, incluidas las razones de su perdón a Iñigo Onieva, con quien finalmente contrajo matrimonio en julio.
“Al principio no me podía imaginar que lo iba a perdonar. Me hizo mucho daño. Hay que lidiar con ese dolor”, explicó sobre lo sucedido tras trascender el vídeo donde se podía ver al ingeniero siéndole desleal con otra mujer en un festival de Estados Unidos.
“El perdón es un don, es algo que viene realmente de Dios. Hubo un proceso pero cuando quieres a alguien te sale perdonar. Errores cometemos todos”, agregó.
La boda
Tamara Falcó repasó también su boda, un momento que parecía que no iba a llegar. “Estoy casada, ha sido difícil pero lo he conseguido. Fue mejor de lo que imaginé, fue muy bonita. Ver a toda la gente que quieres allí fue muy especial. La ceremonia fue preciosa, se me pasó volando, no estaba nerviosa”, señaló sobre su enlace, que tuvo lugar en el palacio de El Rincón, que heredó de su padre, así como el título de marquesa.
Eso sí, el anillo que luce no es el de casada, ya que lo ha perdido porque le estaba algo grande: “Este es el que es porque lo cierto es que el otro día se me cayó y no sé dónde está”, confesó la aristócrata.
Sobre la polémica acerca de su vestido de boda, que primero estaba a cargo de la firma Sophie et Voilà, explicó: “No acabamos de encajar las diseñadoras y yo. Yo quería una cosa… Mi idea era la misma que le mandé al siguiente diseñador, era exactamente la misma. Todo el mundo trabaja con una inspiración. Ya en las pruebas previas habían sido tensas. Es desagradable porque al final es un momento superbonito”.
Además, abordó el tema de una posible maternidad. “Hay idea. Me estoy preparando para ello. Creo mucho en Dios y vendrá, y, si no, ya veremos”. Mientras, para acelerar el proceso acude a una clínica de fertilidad para someterse a un examen completo y refuerzos naturales, un tratamiento más apropiado para sus creencias religiosas.