FAMILIA REAL

La Policía desaloja un ‘after’ donde estaba Froilán

Los agentes municipales evacuaron el local por exceso de aforo: había 229 personas en una sala donde el permiso era para 99 únicamente.

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La Policía desaloja un ‘after’ donde estaba Froilán

Froilán vuelve a copar titulares por sus salidas de fiesta en la noche madrileña. La Policía Municipal de la capital desalojó ayer por la mañana un after ilegal en la calle Orense, en el barrio de Azca, cerca del Santiago Bernabéu, por exceso de aforo. Y allí estaba el hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar con unos amigos.

En el momento de la evacuación del local había 229 personas, pese a que el aforo permitido era de 99. Asimismo, en el after se encontraban también varios menores y clientes que estaban consumiendo drogas, cocaína rosa o tusi.

La intervención de los agentes se produjo a las nueve de la mañana, después de que varios vecinos se quejasen de los ruidos que provenían de la sala, un local que tiene licencia de sauna y que, además, cuenta con algunos cuartos o salas VIP de relajación donde hay camas. En estas estancias habría jóvenes consumiendo drogas. Al parecer, Froilán se encontraría en una de las habitaciones del local.

Los precios de la fiesta secreta

La fiesta había sido anunciada a través de las redes sociales, en Instagram, y se publicitaba como una reunión con localización secreta para la madrugada del 5 de febrero en el After de los After cerca del Bernabéu. Los artistas confirmados para amenizar la velada eran los DJ Adriano Sánchez y Chico Sunshine.

Acudir a esta fiesta secreta en Clandestino (cuyo nombre real es Wet) no era algo apto para todos los bolsillos. El precio que había que pagar por un reservado de la sala VIP con jacuzzi estaba en 1.500 euros, mientras que bajaba a las 1.200 si era una sala con ducha. El resto estaban en 800 euros.

La intervención de los agentes

Cuando los policías llegaron al número 64 de la calle Orense, el encargado del local les digo que había 102 personas, tres más de las permitidas. No obstante, estos decidieron entrar para comprobarlo y durante la revisión de los cuatro reservados vieron que tenían entre 20 y 10 personas fumando en cachimbas y consumiendo droga cuando el aforo de estos era de dos. Asimismo, los agentes consideraron que había un “grave riesgo para estas personas al tratarse de habitaciones con una única puerta de salida hacia el interior y estar fumando con riesgo de incendio”.

Aparte del exceso de aforo en todas las estancias, el acta policial también recoge el hecho de que se ejerciese una actividad diferente de aquella para la que estaba autorizada la sala y la presencia de menores. Además, a un cliente se le requisó un cuchillo que portaba en la espalda.