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Kevin Bacon destruyó su casa por estar “embrujada”: “Fue un proceso largo”

El actor ha confesado que firmó un contrato para destruir su casa en “un mes o algo así”. “Me dijo que tiene miedo de que me posean” los fantasmas.

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Kevin Bacon destruyó su casa por estar “embrujada”: “Fue un proceso largo”

En la industria de Hollywood no todo es cine, también son las historias que lo rodean, como las de fantasmas, y es que ya han sido varias grandes estrellas las que se han pronunciado sobre ellos, como Salma Hayek, Courteney Cox y Vanessa Hudgens, entre otros, que han contado en varias ocasiones algunos de los episodios paranormales que han sufrido.

La última estrella en hablar sobre ella ha sido Kevin Bacon, que en una entrevista concedida en ‘Literally’, el podcast de Robe Lowe, ha confesado que también tiene una historia de fantasmas, y es que tuvo que destruir una “pequeña granja destartalada de principios del siglo anterior” en 1983 después de buscar un terreno para comprar.

El actor, junto a su mujer, fueron comprando parcelas de alrededores con el fin de hacer su finca más grande, hasta que uno de los propietarios se opuso a vender su terreno. “Uno de los terrenos que compramos tenía una casa antigua y él no quería que yo fuera el dueño de la casa. Estaba abandonada y era en la que había crecido. Estuvimos hablando de ello durante un tiempo y finalmente dije: ‘Escucha, no puedes venderme un terreno, vale, pero sí venderme la casa que está en él’”.

Y es que fue en ese instante cuando el dueño de la finca le dijo que estaba “embrujada”: “Él dijo: ‘No puedo vendértela porque está embrujada y tengo miedo de que te posean y, ya sabes, que te causen daños graves’”.

Por suerte, llegaron a un acuerdo: “Finalmente llegamos a un acuerdo en el contrato de que tenía que destruirla un mes o algo así”. Y es que el intérprete también ha confesado que nunca llegaron a pasar una noche en aquella casa, aunque sí quiso quedarse con algunos muebles, algo que evitó su pareja: “No vas a poner esas malditas cosas en nuestra casa”.

Según le contaron, la casa había pertenecido a “un nativo americano que en el siglo XVIII había sido asesinado por un soldado colonial, creo”, y hasta el propietario anterior “tenía allí cazafantasmas”. “Fue un proceso largo”, ha añadido.