Hazard y el recogepelotas que agredió: “Lo bueno de la jubilación es ponerse al día con viejos amigos”

Eden Hazard vivió en el Chelsea sus mejores días como futbolista. Su calidad y su notoria capacidad para crear peligro fueron argumentos suficientes para que el Real Madrid desembolsase 100 millones de euros para hacerse con sus servicios. Su periplo en el conjunto blue tuvo un capítulo marcado por una conducta antideportiva con un recogepelotas del Swansea.

El belga le propinó una patada, dado que este se negó a entregarle el balón cuando su equipo iba por delante. Una acción que acabó con ambos protagonistas fuera del terreno de juego, uno por el alcance de la agresión y el otro por la decisión del árbitro. La víctima de dicha historia esconde una historia increíble. Tres años después de aquella fatídica noche, Charlie Morgan dio a conocer el giro radical que experimentó su vida.

El que fuera recogepelotas creó una empresa de la nada que con el paso de los años se ha convertido en un imperio millonario para este joven emprendedor, que le permite codearse con los más ricos del archipiélago británico, como Harry Kane, Niall Horan o Louis Tomlinson. Au Vodka registró un valor de 40 millones de libras en sus primeros años de vida y cosechó una gran fama a nivel internacional. Ronaldinho, Lineker o Mayweather son algunos de los clientes de este negocio de bebidas que produce 35.000 botellas diarias.

Un reencuentro inesperado

El éxito no ha sido el mismo para Hazard, quien se retiró del fútbol tras su experiencia fallida cuando militaba en las filas del Real Madrid. El hecho de jubilarse le ha permitido reencontrarse con Charlie Morgan, tal y como recogen sus redes sociales. Ambos han dejado de lado los malos rollos originados en el pasado para tomarse una copita de vodka, echar una partida de golf y dar unos toques con el balón. “Algo bueno de la jubilación es ponerse al día con viejos amigos. Has recorrido un largo camino mi amigo”, ha escrito el belga.

Este encuentro podría tratarse de una campaña publicitaria de Au Vodka, aunque no está del todo claro. No es la primera que ambos se ven las caras. Tras lo sucedido aquella noche, Hazard buscó al joven para pedirle disculpas por su acción. Allí se dieron la mano y un abrazo con el que sellaron la paz definitiva.

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