FAMILIA REAL

Harry y Meghan se olvidan de su desalojo en un club de 4.000 dólares

Los duques de Sussex fueron vistos cenando en el exclusivo San Vicente Bungalows después de conocerse que Carlos III los desahuciaba de Frogmore Cottage.

Actualizado a
FILE PHOTO: Britain's Prince Harry and his wife Meghan, Duchess of Sussex, walk in front of the City Hall as they attend the event 'One year to go' ahead of the 2023 Invictus Games in Duesseldorf, Germany, September 6, 2022 REUTERS/Benjamin Westhoff/File Photo

Las penas con pan son menos penas. O eso al menos es lo que han debido de pensar el príncipe Enrique de Inglaterra y su esposa, la otrora actriz Meghan Markle, después de que saliese a la luz que su padre y suegro, respectivamente, el rey Carlos III, ha decidido despojarlos de su única residencia en el Reino Unido, Frogmore Cottage.

Y es que la pareja ha sido vista cenando en el exclusivo club nocturno San Vicente Bungalows en Los Ángeles, como recoge el Daily Mail, cuya membresía cuesta nada más y nada menos que unos 4.000 dólares anuales.

Todo esto después de confirmar con un escueto comunicado a través del portavoz de su fundación Archewell que las informaciones acerca de que debían abandonar el que era su domicilio en Windsor eran ciertas.

Lista de espera de 7.000 personas

Para entrar en este club al que han ido a llorar sus penas no solo basta con tener una gran cuenta corriente, ya que, además, hay una lista de espera de unas siete mil personas para poder formar parte que cuyo perfil evalúa una comisión de doce expertos.

Este club de Hollywood, con cabañas de lujo, cuenta con clientes tan famosos como Jennifer Lopez o Jennifer Aniston, entre otros. Aquí no se pueden tomar fotos para respetar la privacidad de los miembros y es obligatorio poner una pegatina a la cámara del teléfono. Una regla que, en caso de romperse, conllevaría la expulsión. Asimismo, tampoco se puede comentar nada de lo visto o escuchado allí.

Una casa para el príncipe Andrés

La otrora casa de los Sussex tendrá ahora, con casi toda probabilidad, ya que él no está muy convencido, un nuevo inquilino: el príncipe Andrés, el hijo favorito de la fallecida Isabell II. Al parecer, Carlos III quiere modernizar la monarquía y también reducirla, lo que pasa por retirarle la asignación de casi 300.000 libras a su hermano pequeño.

No obstante, el rey le habría prometido no dejarlo en la calle, por lo que le habría buscado una nueva residencia al duque de York, y esta casa sería la que tendría en mente para su hermano. Una casa que fue un “regalo” para los Sussex por su boda. Pero un regalo entendido como una cesión de uso, ya que nunca fue puesta a su nombre, de ahí que ahora puedan retirársela para el uso del príncipe Andrés.

Una vivienda que cuenta con todo tipo de comodidades, desde diez habitaciones hasta un estudio, invernadero e incluso una pista de tenis. Asimismo, está al abrigo del campo, con la protección propia de la naturaleza, para que allí puedan mantener a salvo su intimidad, algo que los Sussex valoraban, ya que sentían que allí tenían el control de su privacidad.