Gustavo González, tras ser condenado a diez meses de prisión: “Es un atentado”

Gustavo González y Diego Arrabal han sido condenados por la Audiencia de Barcelona a diez meses de prisión y 1.400 de multa tras lucrarse con fotos de Mariló Montero en topless durante las vacaciones de la periodista en Bora Bora en el año 2015. Los reconocidos paparazzis intentaron distribuir este contenido por diversos medios sabiendo que vulneraban por completo su intimidad. No obstante, nunca llegaron a salir a la luz. La presentadora solicitaba una indemnización de 265.000 euros y seis años de prisión para ambos.

La sentencia también contempla diez meses de suspensión para ambos para el ejercicio de su actividad relacionada con la prensa. Es por eso que los afectados no han tardado en manifestarse públicamente al respecto. “Es una auténtica barbaridad”, ha expresado Diego Arrabal. “No vamos a ir a prisión porque no tenemos antecedentes. Durante diez meses no puedo hacer fotografías. Esto es el mayor atropello a la libertad de prensa. España se va a la mierda así. Este país está para coger la maleta”, añade.

Por su parte, el excolaborador de ‘Sálvame’ concede unas declaraciones a ‘La Vanguardia’ donde muestra su descontento con lo dictaminado por la Audiencia de Barcelona. “Ahora, cuando colguemos, voy a intentar hacer unas fotos antes de que me inhabiliten y me quede sin trabajo”, comienza diciendo. “Me hace daño leer la sentencia, te lo juro. No doy crédito”, insiste.

“Nos cae la condena más dura”

Gustavo González no oculta su monumental enfado: “La sentencia no dice que fuimos los autores de las fotos y nos cae la condena más dura que haya existido en esta profesión: diez meses sin poder trabajar”. El fotoperiodista desvela que acaba de hacer una entrevista “a un personaje muy relevante” y que, si la sentencia ahora fuese firme, no podría publicarla. “Y todo, por enviar unas fotos. Esta sentencia es un atentado contra la libertad de la prensa. No tiene ni pies ni cabeza”, añade. En los próximos días recurrirán al TSJC, al Supremo y al Constitucional y, si es necesario, “a la justicia europea”.

“Clara vulneración” del derecho de la intimidad

La justicia insiste en que tanto Diego Arrabal como Gustavo González eran conocedores de la ilicitud de la obtención de estas fotografías ya que suponían “una clara vulneración” del derecho de la intimidad de Mariló Montero. Asimismo, desde la sala dejan claro que ambos fotoperiodistas “conocen los límites legales de su actuación” al contar con una extensa trayectoria como paparazzis profesionales. Los acusados alegaron en su momento que las fotografías fueron captadas en “un lugar público” y que se trataba de “un personaje público”.