Una psicóloga analiza la no reacción en público de Isabel Preysler a la muerte de Vargas Llosa: “Cierra el libro”
Lara Ferreiro explica las razones que han llevado a la ex de Julio Iglesias a no manifestarse sobre el fallecimiento del premio Nobel, su expareja.
Tras ocho años de relación, en la Navidad de 2022 saltaba la noticia de que el premio Nobel Mario Vargas Llosa y la socialité Isabel Preysler habían puesto punto final a su relación, definida en un breve relato por el escritor, todavía casado con su prima Patricia, como un “enamoramiento de la pichula”.
Tras un largo período siendo protagonista de las revistas del corazón, el autor de La fiesta del Chivo se alejaba para siempre de la conocida como “Villa Meona”, por su gran cantidad de servicios y, a diferencia de sus anteriores ex, le salía un tanto respondón a la fuera mujer de Julio Iglesias. Tanto que hasta el cantante debía saltar para defenderla.
Sin embargo, ha llamado la atención que, tras el comunicado de sus tres hijos (Álvaro, Gonzalo y Morgana) anunciando su muerte, la viuda de Miguel Boyer no se haya manifestado al respecto, ni siquiera para transmitir sus condolencias a la familia, con la que no guarda buena relación. “No va a decir nada porque se la puede criticar por facturar una muerte. Se quedaría sin ningún tipo de protección. Va a optar por la ley del silencio, callar, va a desaparecer al menos estos primeros días, es muy estratega. Yo le diría que no puede mostrar debilidad pública porque la van a machacar”, explica la psicólogo Lara Ferreiro en la revista Lecturas.
Cierre del libro
Para la profesional, habitual colaboradora de televisión, con la muerte de Mario Vargas Llosa Isabel Preysler va a poder poner fin a esta dolorosa y polémica etapa de su vida: “Se muere tu último amor, es algo muy doloroso. Nunca va a exponer cómo se siente realmente, pero va a revivir todo lo que pasó entre ellos, va a volver a revivir ese duelo. La muerte de Vargas Llosa le va a permitir a Isabel cerrar el libro y abrir su corazón a un nuevo amor. Con ella nunca se sabe porque no sabe estar sola”.
Asimismo, cree que a la conocida como “la perla de Manila” le puede entrar “mayor miedo a la muerte, una culpa o ansiedad que le podría empujar a idealizar a ese último amor”. “La próxima aparición que haga va a estar todo absolutamente calculado: lo que va a decir, cómo lo va a decir”, agrega.
Y, además, analiza la relación entre Patricia, la prima y ahora viuda del Nobel, e Isabel Preysler, quienes abrieron una guerra en su día por el amor del escritor: “De Patricia se dice que es una mujer sumisa, complaciente, consentidora, le permitía todo. Pero Isabel es todo lo contrario. Era la protagonista, una mujer ambiciosa. Para Mario, Patricia ocupaba esa faceta de madre. Su hogar, ese lugar seguro. Mientras que Isabel era la amante, una relación más pasional. El amor de su vida ha sido Patricia y el capricho de su vida fue Isabel. Aunque se divorciaron, Vargas Llosa ha muerto a su lado y debe estar rota, se va su gran amor, el padre de sus hijos... Todo giraba en torno a él y ahora sustituirá el amor de un hombre por el de sus hijos y sus nietos”.
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