Macarena Gómez compara su sueldo en ‘LQSA’ con actores americanos y sentencia: “No son cifras desorbitadas”

La carrera actoral de Macarena Gómez dio un giro de 180 grados cuando, tras unos primeros años de cierto éxito y apariciones en importantes series y numerosas cintas, asumió el papel de Lola en La que se avecina. Era 2007 y, desde entonces, casi dos décadas después, continúa al pie del cañón en la misma producción que catapultó su fama, intercalándola con ambiciosos proyectos a nivel nacional e internacional.

Para hablar de su carrera acudió al podcast Ac2ality, haciéndose inevitable el asunto de la mítica serie de televisión por el enorme peso que ha tenido en su currículum. “Ser actriz o actor y que te toque una serie como La que se avecina debe ser como que te toque la lotería”, dejaba caer una de las presentadoras del formato, a lo que Macarena, sincera, asentía: “Lo es. Totalmente, vamos. Así de claro. Y ojalá que dure toda la vida”.Es sobradamente conocida la precaria situación de la mayoría de actores y la brecha salarial que existe entre los que triunfan y los que no. Uniendo una realidad que a nadie se le escapa a la fortuna —y esfuerzo— de permanecer en una serie tanto tiempo le preguntó la otra conductora del podcast si, como mucha gente cree, puedes hacerte rico con un papel como el de Lola en la citada producción. Ahí Macarena no hizo sino negar la mayor: “No. Te haces rico emocionalmente. ¿Qué os creéis, que nos hacemos ricos los actores?”.

Su respuesta tiene una lectura más profunda. “Si comparáis los sueldos que cobramos los actores españoles con los sueldos que cobra un actor británico o americano por hacer una serie para HBO o Netflix es...”, expresa la intérprete, optando por el silencio y la no revelación de este dato, pero justificando que el dinero que finalmente llega a su cuenta no es el que inicialmente gana: “Tienes que dar un porcentaje a tu repre; luego, evidentemente, como todo hijo de vecino y español, los impuestos que tienes que pagar”. Dice que cobra “bien, a gustito”, más que la media, pero nada que ver con un salario en Hollywood: “No te creas que son cifras desorbitadas”.

No obstante, y pese a la confesión salarial, reconoce su éxito en la industria porque, como todos, ella también ha vivido la precariedad: confiesa que entre los 25 y los 29 fue su momento más “desafiante” y que, aunque rodaba no pocas películas, no dejaba de preguntarse cuándo surgiría “algo más estable”. Y así fue hasta que un día de 2007 su vida dio un giro de 180 grados.

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