La vida personal de Manuela Velasco: familia de actores, historiadora y con pareja de hace más de 20 años

Cuando Manuela Velasco recibió el Premio Goya a Mejor Actriz Revelación en 2007 por su papel protagonista en REC muchos reconocieron que, si bien es cierto que era una promesa del cine, su rostro no les parecía ajeno. Y habría que darles la razón. La intérprete creció con el séptimo arte en la sangre y en su entorno: su padre es cámara de cine, su madre modelo y su tía, Concha Velasco, que no necesita presentación.

Aunque se ha dedicado al cine, también habría que aceptar que aceptar que su talento comunicativo y curioso se expande a otras áreas. Entre 2000 y 2005 fue presentadora de Los 40 principales, teniendo otras incursiones en la pequeña pantalla en Cuatro y Localia TV; antes de ello, se especializó en Historia del Arte. Y todavía antes, igual que ahora, abrazó la interpretación como su máxima vocación.

Siendo una niña de once años debutó en el cine de la mano de Pedro Almodóvar en La ley del deseo; un año más tarde aparecería en El juego más divertido, de Emilio Martínez-Lázaro. Fue entonces cuando frenó su carrera cinematográfica hasta inicios del siglo XXI, incursionando previamente, a finales de los noventa, en el amplio mundo de las series de televisión: el currículum de Manuela Velasco es dilatado y de una calidad gigante, y en él se pueden encontrar producciones como Médico de familia, Hospital Central, Cuéntame cómo pasó, La chica de ayer, Águila Roja, Aída, Velvet y Amar es para siempre, entre un sinfín de series.

La intérprete acostumbra a llevar su vida personal con una casi rígida discreción que, en ocasiones, rompe para mostrar a sus seguidores en redes sociales algunas imágenes con su pareja, el también actor Rafa Castejón. De ambos hay pocas fotografías, aunque no se antojan necesarias para deducir la estabilidad de su relación: su noviazgo se extiende durante más de dos décadas en las que nunca ha optado por exhibir en demasía una historia de amor que prefiere vivir con el más íntimo cariño.

Sus dificultades para ser madre

Sin embargo, sí que ha roto su silencio más de una vez para pronunciarse acerca del aspecto de su vida privada que más dolor le ha causado: sus frustrados intentos de ser madre. “Creo que mi asunto más importante o doloroso con el que he tenido que lidiar ha sido no poder haber sido madre. No porque no quiera, sino porque no he podido. Sin ninguna causa específica, soy de esos casos de ‘no te pasa nada, a tu pareja tampoco’, pero no lo hemos conseguido”, confesó hace dos años a ¡HOLA!.

En aquel entonces aseguró que había necesitado mucha terapia para poder superar este asunto, ya que entró “en una cosa muy autodestructiva de pensamiento, de mucho rechazo, de por qué no era yo capaz de generar vida o preservar vida”.

Así lo profundizó un par de meses después ante los micrófonos de Gtres, cuando insistió en que “uno tiene que aprender a despedirse de sus deseos que ha tenido y que no han sucedido”. Pese al dolor, las palabras brotaron de su boca con la característica sonrisa que, bien en televisión, bien en el cine, siempre ha esbozado en su rostro.

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