La nueva vida de un fontanero que perdió todo su dinero tras seguir el método Llados: en la calle sin ahorros
El caso de Ferrán Lloberas está llegando a un punto crítico, y parece no tener fin: el joven se muestra satisfecho y con ganas de seguir hacia adelante.

En 2024, Amadeo Lladós se convirtió en una figura muy destacada y reconocida en el mundillo de las redes sociales. Sus conocidas frases, su vida llena de lujos y extravagancias, junto a sus consejos sobre el fitness y la vida, lo catapultaron a la fama pública. Esta notoriedad ha generado opiniones muy divididas, con una base de seguidores leales que lo admiran y siguen sus cursos y recomendaciones, mientras que otros lo critican por su enfoque, tipo de negocio y manera de interactuar con su audiencia.
Llados ofrece a sus seguidores la posibilidad de, pagando sus mentorías y siguiendo sus consejos, ser millonario y dejar de ser “un mileurista”, escapar de la matrix y vivir la vida que siempre hemos soñado. Unas promesas que el ‘influencer’ madrileño fundamenta a través de la ostentación que muestra en redes sociales y los supuestos resultados obtenidos por muchos de sus alumnos, quienes aseguran ganar, al mes, cantidades que superan con creces las cinco cifras e incluso llegan a las seis.
Sin embargo, como ha quedado claro con el paso del tiempo, el método Llados no es tan infalible como se pretende mostrar. Presenta múltiples fisuras, aunque Amadeo y su grupo de fieles seguidores tienen una gran habilidad para ocultar los aspectos negativos y, en cambio, resaltar de manera constante y repetitiva lo que parece positivo, a pesar de que, en muchos casos, no esté respaldado por pruebas objetivas.
El caso de Ferrán Lloberas
Ferrán Lloberas representa a la perfección un caso en el que el método Llados no ha sido exitoso, o al menos por el momento. El joven, de 32 años y originario de Girona, llevaba trabajando alrededor de una década como fontanero, y la cosa no le parecía ir mal. No obstante, hace apenas unas semanas, el chico decidió dar un giro radical a su vida: dejó su trabajo y pidió un crédito de diez mil euros al banco con el que pagar los cursos y mentorías de Llados.
Desde ese momento, los días del joven se han caracterizado por un constante vaivén. Y es que, tras dejar atrás su vida anterior, Ferrán comenzó a vivir en su autocaravana, desplazándose de un lugar a otro mientras compartía contenido en redes sociales. En ese estilo de vida, el catalán dejaba claro que su objetivo “no era el dinero” y que prefería seguir los impulsos de su mente y “superar sus miedos”.
Poco tiempo después, el gerundense decidió vender su autocaravana (junto con otro coche que tenía en propiedad) para embarcarse en una aventura en solitario. En estas últimas semanas, Ferrán ha recorrido varios destinos, incluyendo Miami, donde participó en una mentoría especial de Llados, la cual fue el motivo por el que solicitó el crédito al banco. También ha estado en Islandia, en su pueblo y, finalmente, en las Islas Canarias.
La situación solo ha ido a peor
Cabe mencionar que, en el transcurso de estos viajes, Ferrán no trabajaba ni tenía forma de generar ingresos, por lo que poco a poco se iba quedando sin dinero (con un crédito que devolver). Una vez en las Islas Canarias, en la isla de Tenerife, y previa venta de todas sus herramientas de fontanería, de las cuales se deshizo por un precio mucho menor que el que tenían, el joven fue saltando de hostal en hostal, mientras aseguraba estar viviendo su mejor vida.
En el último hostal donde se alojó el catalán, pasó varios días trabajando, limpiando las habitaciones a cambio de comida y alojamiento. No obstante, hace apenas unos días, el gerundense comentó en sus redes sociales que había tomado una decisión: iba a abandonar el hostal, dejando allí diversas pertenencias personales como un ordenador o comida, y se iba a trasladar al sur de Tenerife, donde iba a comenzar desde cero, sin dinero ninguno.
Actualmente, Ferrán se encuentra en la indigencia
Desde hace tres días, la situación de Ferrán Lloberas es crítica, se pasa las jornadas en la calle, subiendo contenido a redes sociales, haciendo ‘burpees’, leyendo libros y acudiendo a diferentes establecimientos hosteleros en los que busca un puesto de trabajo, pero lo peor no es eso… Por las noches, el catalán se ve obligado a dormir en la calle o en la playa, ya que no tiene dinero para hospedarse en ningún lado, y a buscar comida en los contenedores.
Pese a que sus publicaciones en redes se hayan llenado de decenas de comentarios de usuarios que le piden que no siga con esto y que vuelva a su vida anterior, recordándole que tiene un crédito que pagar, Ferrán se muestra feliz por el rumbo que está tomando su vida. Por el momento, lo único positivo que Ferrán está recibiendo de esta experiencia indigente es un mayor reconocimiento en redes sociales, donde su número de seguidores en ‘Instagram’ y ‘Youtube’ ha crecido de forma exponencial.
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