La locura de Oriana Marzoli por amor: “Me da un asco terrible”
La ‘influencer’ y extronista de ‘Mujeres y hombres y viceversa’ ha revelado el mayor arrebato que ha tenido estando enamorada y del que más se arrepiente.
Oriana Cristina Marzoli nació en Caracas (Venezuela), en 1992, pero su carrera mediática se ha desarrollado casi por completo en España. Conocida por su temperamento explosivo, su estilo provocador y su capacidad para generar titulares, Oriana se ha convertido en una de las personalidades más reconocibles del entretenimiento televisivo. Su salto a la fama comenzó en 2012 con su participación en Mujeres y hombres y viceversa, donde rápidamente se posicionó como una figura polémica y carismática. Desde entonces, ha tenido una presencia constante en realities.
Además, más allá de la televisión, Oriana ha sabido adaptarse a los nuevos formatos digitales. Es una influencer activa en redes sociales, especialmente en Instagram y TikTok, donde comparte aspectos de su vida personal y profesional con millones de seguidores. Además, lanzó su propio canal en la plataforma MTMAD, donde se muestra sin filtros y explora temas personales, desde rupturas amorosas hasta momentos de crecimiento emocional.
Este 2025, Oriana también protagonizó un nuevo capítulo en su carrera con el lanzamiento de su propio docureality (Mitele Plus) y en este momento se encuentra promocionando El loco amor, un dating show de Mediaset Infinity cuyo casting se encuentra todavía abierto en este momento y en que la extronista tendrá un papel protagonista.
Para animar a los futuros participantes, ha publicado un vídeo pidiendo “personas que hagan locuras por amor”, y para ello ha compartido también las suyas. Una de las que más dice arrepentirse es la de haber dejado su puesto como tronista para pretender a Tony Spina, quien en actualidad es pareja de otra famosa del universo Mediaset: Marta Peñate. “Rebajarme a yo ser la que baje de peldaño…”, se lamentaba.
Marca en la piel
Pero esta no es la peor de todas, de acuerdo con sus palabras: “Mi cerebro no estaba bien en ese momento”, dice la joven para revelar qué es aquello que cree que nunca debería haber hecho: “Fue una gilipollez”, afirma.
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Y es que esta se tatuó en la piel las palabras cariñosas que le decía una anterior pareja: “Esta guarrada de rock and rolla. Así me llamaba un exnovio con el que encima estuvo solo tres meses. Yo no sé en qué momento perturbado mi cabeza… […] Me da un asco terrible”.
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