La dieta ‘crudivegana’ de Demi Moore para mantenerse en forma a sus 62 años: “Solo proteína y vegetales”
La actriz confiesa en ‘Inside out’, su autobiografía, la rutina de ejercicio que lleva a cabo de manera diaria y su cuidada alimentación.


Fue en la década de los noventa cuando Demi Moore rompió el techo de Hollywood. La actriz y modelo, que ya había llamado la atención de la industria por sus recurrentes apariciones en ‘General Hospital’, entró por la puerta grande en 1990 con su papel protagonista en ‘Ghost’. Y desde entonces no ha bajado del Olimpo del séptimo arte.
Ha llovido mucho desde aquello, pero la sonrisa de la intérprete sigue levantando pasiones en la industria; y su dotes artísticas, según se vio en ‘La sustancia’ el pasado año, permanecen intactas e, incluso, mucho más pulidas. Alguno se pregunta si Moore realmente ha envejecido o si, por el contrario, ha hecho algún pacto con un ente maligno. Y lo cierto es que no ha podido detener la rueda del tiempo —son 62 años los que tiene—; lo que sucede es que tiene dos secretos: su dieta y su rutina.
Ejercicio diario
Tal y como ha confesado la actriz en alguna ocasión, su segundo postparto fue un punto de inflexión en su vida. A partir de entonces comenzó a hacer ejercicio de forma estricta: se levantaba de noche con un entrenador y con una linterna en bicicleta iba al fin del mundo. Y poco a poco fue incorporando a su día a día un plan de ejercicio más moldeado y compatible con su trabajo y ocio.
Paró varios años su rutina deportiva y, cuando la retomó en 2019, apostó por el yoga y el pilates, tal y como muestra con frecuencia en sus redes sociales. Lo hace para mantener su flexibilidad intacta y, dice, para cuidar su salud mental y disminuir sus niveles de estrés. Además, practica senderismo para, asegura, reconectar con la naturaleza, así como por ejercicios en los que aproveche su peso corporal, tales como zancadas, planchas o sentadillas. Incluso se ha aficionado al cardio a través de coreografías de baile y clases de zumba.
Dieta ‘crudivegana’
Todo esto lo compagina con una dieta controlada y muy saludable: Moore consume fundamentalmente alimentos integrales o crudos, como verduras, frutas y legumbres, y evita procesados, bebidas gaseosas o azucaradas y carnes ultraprocesadas. Esto le ha llevado a definirse como “crudivegana”. “En el desayuno, media taza de avena con agua, el resto del día solo proteína y algunos vegetales”, recoge en su autobiografía, apuntando otras alternativas como pepino, cebolla, crema de calabaza y frutos secos.
Más allá de esta dieta, que aparta carnes rojas y pescados crudos, la actriz hace hincapié en su libro en la importancia de no fumar y de haber dejado el alcohol. No es fácil surfear el paso del tiempo.
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