Hallan objetos personales de Paquirri en un contenedor de Cádiz y todo apunta a la casa okupada de su hermano: “No doy crédito”

Días difíciles en el clan Rivera, que sangra estos días por una repentina e inesperada herida fruto de lo que se presenta como un supuesto ataque a la figura de Paquirri: en las últimas jornadas ha denunciado la familia la aparición de objetos personales del torero en un vertedero de Barbate, en Cádiz. Viejas fotografías enmarcadas, carteles de corridas taurinas y un sombrero, entre otras cosas, que han sido recuperadas y mostradas en TardeAR, donde se ha hecho público el drama familiar.

Ha sido José Antonio Canales Rivera, sobrino del difunto diestro, quien ha tomado la palabra en el formato. “Todo estaba en la casa de mi tío Riverita, en la que viven... estos dos individuos”, ha explicado, haciendo alusión al inmueble en el que vivió el hermano de Paquirri y que, tras su deceso pasó a pertenecer a su hijo Jacobo y al propio José Antonio. Ocurre que desde el fallecimiento de ‘Riverita’, allá por 2021, la casa, que está valorada en unos 600.000 euros, permanece okupada.

El rizo termina de rizarse al revelar Canales que estos dos hombres fueron acogidos en vida por el propio ‘Riverita’, a quien cuidaron e hicieron compañía en su enfermedad. Cuando falleció, el clan Rivera invitó a estas personas a abandonar el inmueble, pero ellos se negaron argumentando su precaria situación. “Estamos en unas condiciones lamentables en una casa en el patio porque la familia ha cerrado el chalet. Los vecinos son los que nos traen agua y comida”, confesaron meses atrás.

“Me quedo flipado y decepcionado”

Visiblemente airado, el torero ha explicado al programa que han sido ellos quienes han tirado los objetos que ‘Riverita’ conservaba de Paquirri y que sus vecinos encontraron al lado de un contenedor. “No doy crédito. Me quedo flipado y decepcionado. Esto estaba en casa y estaba guardado estos años, que lo tenía mi tío José, ahora están pasando cosas y hechos que están denunciados. Los que lo han tirado tienen que ser los que están ahí”, ha lamentado.

Su queja parte, más allá de la que la propia situación pueda generar, de lo innecesario de este gesto. “Esto es muy fácil, es hacer daño gratuito. Esa casa tiene 25 habitaciones, ¿no cabe todo en una habitación o se llama para decir que lo recojamos?”, se ha quejado, encarnando su voz el enfado de todo un clan familiar.

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