Estos son los lujosos regalos de Jeff Bezos, dueño de Amazon, y Lauren Sánchez para sus invitados de boda
Tras dos años prometidos, el magnate y la presentadora de televisión se dan el ‘sí, quiero’ el próximo fin de semana en Venecia, con una fiesta en su megayate.
Tras dos prometidos, el próximo fin de semana tendrán lugar los fastos de la boda entre el dueño de Amazon, Jeff Bezos, y la presentadora de televisión Lauren Sánchez. Unas celebraciones que tendrían Venecia como escenario central.
De hecho, el megayate del millonario, Koru, se halla amarrado frente a la costa de la isla de San Giorgio Maggiore, donde se encuentra la famosa Basílica de San Giorgio Maggiore. De hecho, la isla ha sido cerrada a los visitantes del 24 al 29 de junio. Y la Scuola Grande della Misericordia, uno de los edificios más grandes y majestuosos del centro histórico de Venecia, está también reservado del 26 al 28 de junio.
Se cree que estos, incluida la carísima embarcación, serán los escenarios de una boda que reunirá a los invitados más VIP del planeta durante varios días, rodeados de extravagancias y lujos. Se cree que la lista de asistentes será de menos de 200 personas y podrían estar ella nombres como Kim Kardashian, Kris Jenner, Katy Perry, Orlando Bloom y miembros del clan Trump.
Tradiciones
Como es tradición y costumbre en todas las bodas, se cree que los novios ya han escogido también los regalos con los que agradecer a los invitados el que acudan a su enlace. Haciendo honor al lugar de la celebración, una fuente cercana a la pareja ha apuntado que estos podrían entregar a los convidados cristalería soplada de forma artesanal por el fabricante de vidrio local Laguna B.
Un vaso de esta firma, creada por un estadounidense a finales de los ochenta, quien se mudó a Venecia para iniciarse en la cristalería, puede rondar los 150 euros. Calderilla para el bolsillo de Bezos. Por lo que se cree que este no será el único de los presentes que reciban los invitados. Una posibilidad es que reciban algún bolso original de diseño, de los que la novia es una verdadera fanática. Y es que, como él mismo manifestó, la organización de la celebración recae únicamente sobre los hombros de la periodista: “¡Dios mío, no! ¿Tan tonto parezco?”, respondió el multimillonario tras ser preguntado por su participación en los preparativos.
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