El consejo de Robert De Niro sobre los Oscar que le hubiera gustado saber antes de verse involucrado en ellos

Apenas quedan granos de arena en el reloj que marca el inicio de la semana magna del séptimo arte: la noche del domingo 2 de marzo el Dolby Theatre volverá a convertirse en eje del cine mundial para acoger la gala de los Oscar, broche de oro a un denso y magnífico curso cinematográfico. Volverán a batirse en duelo académico los rostros más reconocidos de la industria para demostrar que, de una forma u otra, si hay una cinta de por medio todos los caminos llevan a Los Ángeles.

Será la 97º edición, lo que quiere decir, y aunque se advierta evidente, que ha habido otras 96 antes. Por la alfombra roja han caminado intérpretes desde hace casi un siglo, funcionando, en cierta parte, la gala como una especie de ritual de relevo generacional. Sabe de esto Robert De Niro, quien ha ganado dos estatuillas —ha estado nominado hasta en ocho ocasiones— y cuya trayectoria le avala. Por ello, en una reciente emisión de The Graham Norton Show quiso saber el presentador que da nombre al programa qué consejo le daría a su joven invitada: Mikey Madison, quien este año aspira al Oscar a Mejor Actriz por su papel en Anora.

“Mirando atrás, ¿hay cosas que te hubiera gustado saber sobre ir a los Oscar o estar involucrado en ellos que quieras compartir con Mikey Madison?”, lanzó el conductor del espacio, a lo que el veterano actor, esbozando su clásica sonrisa, declinó amablemente: “No”. Intentó rascar un poco más Graham Norton. “¿Preparar un discurso o no?”, probó de nuevo suerte. Y la encontró. “Probable y definitivamente no vas a ganar. Y si es espontáneo, eso es algo bueno. Pero yo diría que lo único que importa es que si estás nominada, eso significa que ya ganaste”, resolvió De Niro.

“Debería haber escuchado a mi publicista...”

El destino fue caprichoso. A los pocos días la actriz se impuso a Demi Moore, clara favorita, para alzarse con el BAFTA a Mejor Actriz en una entrega de premios que funciona tradicionalmente como antesala y termómetro de los Oscar. Subió al escenario y se acordó del consejo. “Me siento increíblemente honrada. Ojalá hubiera pronunciado un mejor discurso. Robert De Niro me dijo en un programa de entrevistas que no preparara un discurso, así que pensé que lo mejor sería escucharlo”, confesó frente al ateneo.

Tras asegurar que la situación era “realmente surrealista” y tratar de explicar “la magnitud de estar en una sala como esta, con personas que me hicieron enamorarme del cine y la interpretación”, murmuró una última frase: “Debería haber escuchado a mi publicista y haber escrito un discurso o algo”.

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