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Así es la casa de Carlo Costanzia y Alejandra Rubio en el norte de Madrid

El hijo de Mar Flores deja su bajo en Vallecas para trasladarse con su pareja al norte de Madrid, al piso en el que la hija de Terelu Campos vive desde hace dos años.

Las últimas semanas de agosto traen consigo una suerte de vientos frescos estivales que, según cada uno, pueden ser también de cambio. Aunque así le haya ocurrido a Carlo Costanzia, lo cierto es que la vida del hijo de Mar Flores ha estado llena de felices cambios desde que se tachase el primer día del presente calendario; el inicio de su relación con Alejandra Rubio, así como su embarazo, han marcado el año de Costanzia, que ahora añade a la lista de felices giros en su vida privada un nuevo viraje más: una mudanza.

No se trata de un traslado que han hecho de manera conjunta en el más estricto sentido de la oración: es él quien se muda a la casa de la hija de Terelu Campos, en Aravaca (Madrid). Hasta ahora, Costanzia residía en el madrileño barrio de Vallecas, lugar que había escogido, según confesó en el plató de ¡De Viernes! porque el precio de la vivienda era menor y él llegaba “a malas penas” a final de mes. Pero de aquella entrevista ha llovido mucho; y la vida de Carlo, girado 180 grados.

De la terraza a la biblioteca en el salón

Aunque se sospechaba que esto había ocurrido porque las persianas de la antigua morada de Carlo llevaban semanas bajadas —tampoco se le había visto a él paseando a su perro—, además de la lógica intención de convivir para criar juntos al bebé, no ha sido hasta este fin de semana en D Corazón cuando se ha confirmado la información.

La casa no resulta ajena a los seguidores de Alejandra Rubio, quien se mudó allí hace dos años y acostumbra a compartir fotos de su hogar en redes sociales. Se encuentra en el barrio de Aravaca, en el norte de Madrid y ubicado a diez kilómetros del centro de Madrid, y posee todo tipo de detalles que reflejan el gusto de la televisiva por el diseño y la cultura. Además, se encuentra muy cerca de la casa de su madre.

A lo largo de toda la casa predomina una decoración de tipo minimalista, con toques coquetos y pensada por la propia Alejandra. El vestidor y la terraza son dos de los lugares más especiales del inmueble, cuya joya de la corona es la biblioteca que preside el acogedor salón, ocupado también por un sofá de color gris que, en ocasiones, cuando decide transformar su salón en un estudio donde realizar alguna manualidad, desplaza sin ningún tipo de problema.

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