Arranca el juicio más mediático de Francia: Gérard Depardieu, acusado de dos agresiones sexuales
El laureado intérprete francés defiende su inocencia ante los presuntos sucesos ocurridos en el rodaje de ‘Les Volets Verts’; de fondo, un eco social que ha reventado por las más de 20 denuncias en los últimos años.
No es un lunes cualquiera, tal y como marcaban los calendarios en Francia. El día 24 de marzo estaba rodeado desde hace meses con un rotulador rojo por tratarse del inicio de uno de los juicios más mediáticos que el país galo recuerda: tras más de dos años de polémicas, Gérard Depardieu se ha sentado en el banquillo bajo acusación de dos agresiones sexuales. De fondo, un eco social que hace de este caso un potencial MeToo que se cierne sobre el séptimo arte francés.
Ha sido en la mañana de este lunes cuando el intérprete de 76 años se ha presentado ante el tribunal de París que lo va a juzgar por los mentados y presuntos delitos de agresión sexual cometidos contra dos mujeres —una decoradora de set de 54 años y una asistente de dirección de 34— en el rodaje de Les Volets Verts (’Las persianas verdes’), en 2021. Depardieu, que niega cualquier delito, se enfrenta a una pena de hasta cinco años de prisión y una multa de 75.000 euros.
La posición de la defensa del actor es clara. “Podremos demostrar de manera imparcial, objetiva e incontestable que todas las acusaciones son mentiras”, ha dicho su abogado, Jérémie Assous, a los periodistas que se encontraban en la puerta del juzgado, añadiendo que “la verdad será evidente” y que “está de nuestro lado”.
Por su parte, la fiscalía alega que el actor sí que “manoseó” a las demandantes: detalla que a la decoradora la atrapó con sus piernas antes de realizar los tocamientos con un lenguaje obsceno y que a la asistente la tocó tanto en el set como en la calle. En ambos casos, defiende, hubo testigos. Ninguna de las dos mujeres, que acudieron al tribunal y se sentaron juntas, según detalla Associated Press, ha querido identificarse y, por tanto, no han trascendido sus identidades.
Un caso que cambia la industria gala
Estos casos han sido leña al fuego de una figura cuyos presuntos actos han terminado por prender la mecha del movimiento MeToo en el cine francés: cuando salieron a la luz ambas denuncias, el actor ya estaba bajo investigación formal. Fue en 2018 cuando la actriz Charlotte Arnould lo acusó de violación en su propia casa; lejos de perder cualquier pista de recorrido judicial, dicho caso sigue en activo y, desde el pasado mes de agosto, se encuentra a la espera de ser llevado a juicio tras petición de la fiscalía.
En total son más de 20 acusaciones por más de 20 mujeres las que pesan sobre el laureado intérprete francés. Sin embargo, bien por falta de pruebas, bien por el estatuto de limitaciones, solo la que da pie al juicio de este lunes es la que ha conseguido llegar a tribunales.
Se espera que este juicio, que inicialmente estaba previsto para octubre —se pospuso por la salud de Depardieu— dure, al menos, dos días. No obstante, y si así lo desea el juez, podría alargarse más tiempo. Habrá que esperar todavía más para conocer una sentencia cuyas líneas definen el cambio que con firmeza afronta la industria cinematográfica gala.
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