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Entrevista AS

Albert Serra: “Es de tontos hacer una película de toros y pensar que no habrá controversia”

El director catalán estrena este viernes el documental ‘Tardes de Soledad’, en el que narra seis toros de Roca Rey. La cinta ganó la Concha de Oro en San Sebastián y está en vuelta de cierta polémica por la temática taurina.

El cineasta Albert Serra posa para Europa Press, en la Academia del Cine, a 5 de marzo de 2025, en Madrid (España). El jueves 6 de marzo, se celebra el preestreno de ‘Tardes de soledad’ en los Cines Broadway de Valladolid, un día antes de su llegada a las salas comerciales. En este largometraje, Albert Serra se adentra en el controvertido mundo del toreo a través de la figura del matador Andrés Roca Rey, explorando la dimensión íntima y existencial del torero. La película aborda el enfrentamiento con la muerte como un desafío estético y filosófico, un trabajo que le valió en 2024 el Premio Nacional de Tauromaquia.
05 MARZO 2025;POSADO;RETRATOS;CINE;RECURSOS;LARGOMETRAJE
Ricardo Rubio / Europa Press
05/03/2025
Actualizado a

Albert Serra es uno de los directores más peculiares de la escena cinematográfica. Un ‘enfant terrible’ capaz de reflejar la vida de un diplomático en Tahití en Pacifiction o ‘La Muerte de Luis XIV’. Caracterizado por un cuidado estético extremo en sus imágenes, Serra se ha lanzado con el género documental en una de sus películas más controvertidas ‘Tardes de Soledad’, que se estrena este viernes en los cines españoles. Narra seis corridas del matador Roca Rey durante una temporada con un guion hetéreo, dejando paso a que las imágenes hablen por sí solas.

La película fue premiada con La Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, una decisión controvertida por el debate abierto que existe acerca de la tauromaquia. La idea es tener una perspectiva inédita y más próxima, más cercana a lo que realmente sucede en el ruedo”, explica Albert Serra a AS:

P: Este viernes se estrena su película, Tardes de Soledad. Ha sido Concha de Oro en San Sebastián y también ha dado que hablar por la temática...

Albert Serra: Cuando haces una película sobre toros, sabes que habrá controversia. Es de tontos pensar que no habrá, así que no te puedes quejar. Lo de la Concha de Oro, siempre creí que nos darían otro premio, el del jurado o algo así. Pero tuvieron el arrojo y la valentía, quisieron hacer honor a lo que veían en las imágenes y se atrevieron a dar el galardón principal.

-¿Y cómo surgió la idea?

-Me encargaron un documental y no encontraba ningún tema interesante que estuviera cerca de mi, de cosas que conocemos de aquí. Este era el único tema muy radical. También gracias a la tecnología digital creo que se podía explorar de una manera diferente a como se había hecho en tiempos más antiguos. Había algo interesante para llevar a cabo una búsqueda y de hacerla con la cámara. Es decir, sin tener ninguna idea propia y que la cámara intentara revelar o captar cosas que uno no puede ver e incluso pensar.

-Estuvimos en la proyección de la película justo después de recibir la Concha de Oro y hubo división de opiniones...

-¿Ah sí? ¿Y les gustó? La idea es tener una perspectiva inédita y más próxima, más cercana a lo que realmente sucede en el ruedo. Y también ver lo que sucede un poco en la mente, que es difícil de deducir, porque digamos que es un arte muy misterioso de por sí. Usted me ha dicho que se fue gente en San Sebastián, pero de 1.300 se fueron diez. En mi primera película también había en Cannes unas 1100 personas y se fueron como dos tercios de la sala. O sea que hemos ido mejorando. Lo que me jode es que sea esta, que es un documental en que prácticamente yo no hago nada. Aparte de poner las cámaras y grabar y hacer un montaje, parece que soy un inútil porque todo lo que me responsabilizaba con lo de dirección de actores es fracaso, porque en la película en la que no hago nada en esa faceta es la que tiene más éxito. La conclusión lógica es que tendría que parar de hacer cine.

-Saca una parte muy desconocida de los toreros. Ese momento en el que van todos en el coche, con Roca Rey, hablándole sobre la faena, el toro...

-Una de las cosas que da fuerza a la película es que no hay ningún tipo de filtro, aunque el torero tuviese una cámara grande todo el rato a 40 centímetros. Pero la sensación real es que no hay ningún filtro. Y tengo una teoría muy simple, y es que sus preocupaciones son de tal gravedad que en ese momento que lo último que les importa es la cámara. Entonces, es como si no existiera. Esto da una sensación de realismo extremo y yo creo que es da algo muy bonito a la película. Y también una extraña poesía, ¿no? Porque, además, los diálogos tienen gracia. Como los que tiene Antonio Chacón, el banderillero... Fue muy bueno.

-¿Qué le dijo Roca Rey tras ver la película?

-Él vio un montaje no acabado, la cuadrilla sí que la ha visto completa. Roca Rey se fijaba en aspectos muy concretos, sobre todo en su arte y su forma de expresarse en el ruedo. Es lo que le obsesionaba dentro de su lógica. Este es un aspecto, pero la película es otra cosa. Imágenes de toreros toreando ya las tienes en YouTube. A él por ejemplo, le obsesionaba que pusiera una corrida del final al principio, porque consideraba que había mejorado durante la temporada. La verdad poética del cine es a veces más auténtica que la verdad.

-¿Cómo ha sido convivir durante casi tres años con gente tan ajena a usted...

- Yo siempre tuve una relación un poco distante (con Roca Rey y la gente de la cuadrilla), porque es lo que me gusta. Creo que es lo que mantiene la inocencia, una pequeña tensión de no querer intervenir, ni de imponer ninguna de mis ideas porque no sirve de nada. Al contrario, lo interesante es descubrir cosas durante el rodaje igual que hace el espectador. Por eso mi relación personal fue lejana, pero sí que progresivamente se convirtió en más admirativa respecto a lo que estaba viendo. Me encontré con un compromiso muy fuerte, muy serio, de difícil comprensión en algún caso, pero era inspirador. De hecho yo quiero ser igual de valiente y tener un compromiso tan fuerte como el de los toreros. No sé también hay riesgo en las películas en el sentido de que pueden salir mal.

Albert Serra: “Es de tontos hacer una película de toros y pensar que no habrá controversia”
Albert Serra.Ricardo Rubio

-¿Cómo ha gestionado las voces críticas?

Personalmente, no tengo nada que decir. Primero, ya te he dicho al principio que se hacía sobre toros, y esta polémica es estéril. Y segundo, soy bastante partidario de que si haces algo, es porque hay alguna forma de amor. No pierdo el tiempo en hacer algo negativo. Si voy a hacer una película para criticar, tengo otras cosas mejores que hacer en mi vida.

Y si hago algo, es siempre porque hay un amor, una fascinación... Esto también está implícito en la película, lo que no quita que no sea extremadamente honesta y equilibrada en todos sus elementos, incluyendo los más espinosos, como el tema de la violencia.

-Y este paso de dejar la ficción un poco de lado y pasar de este tono tan documental, ¿por qué?

-Me da igual, todo vino de un amigo mío que tiene un máster de documental en la Universidad de Barcelona y que trabajan a veces con directores. Me decía ‘tienes que hacer un documental’ durante años y años. Yo le respondía: ‘Es que no tengo tema, no me interesa nada, a mí me interesa la fantasía digamos de trabajar con los actores y la dirección de actores y crear mundos imaginarios, ficticios’. El único tema realmente que ya es una ficción en sí misma es el toreo, o al menos tiene una carga simbólica ficcional bastante fuerte. Además, plásticamente tiene mucha gracia, es muy barroco, los colores, los vestidos, la misma belleza de la brutalidad del toro, el movimiento, el impacto físico de la lucha... Y es difícil encontrar un tema que deposite de tanta materia cinematográfica y que casi no tengas que hacer nada.

-El problema del documental es ese. En la ficción, tú manejas la trama de la dirección de actores, pero aquí no.

-Claro, pero en este caso la trama ya tiene un drama que se juega y se renueva a cada corrida, a cada toro. Entonces hay una codificación dramática de por sí que ya tiene un interés, porque está el riesgo constante y por eso la gente está tensionada. De hecho, tomamos algunas licencias. Por ejemplo, poner una corrida al principio cuando le cogen en Madrid, la película empieza con esto porque ya veis que aquí es posible que le cojan y que puede ser muy grave. Entonces ya crea una tensión durante el resto de la película. A mí tampoco me gusta mucho perder el tiempo explicando como tú dices, me gusta que las cosas hablen por sí mismas, que estén realmente ya allí delante de la cámara y que no tengamos que distraer a la gente con tramas impostadas.

-En tus otras películas, la calidad, la estética está muy calculada. Es ficción y tienes tu tiempo para colocar la luz y colocar los elementos y una puesta en escena como guiones. ¿Cómo lo has hecho con un documental?

-Bueno, ya la base es muy buena, o sea, todo lo que son los vestidos, los colores, el toro muy vistoso, la sangre a pesar de todo, todo es muy vistoso y es muy barroco. Ya de por sí. Tiene ya la tensión misma de lo que está sucediendo. Crea una energía muy fuerte y la cámara evidentemente va a captar eso. Había pocos elementos. Sí que es verdad que siempre teníamos tendencia al artificio. Por ejemplo, la furgoneta tenía una luz rara, especial, que parecía una nave espacial. Jugábamos un poco, tomándonos libertades para hacerlo más fantasioso, un tono que me gusta y que contrasta con la crudeza inevitable de lo que ves. La tauromaquia tiene el refinamiento de los movimientos, de los trajes, y el choque brutal con el toro. Intentamos incrementar esta distancia entre lo crudo y lo artificioso.

“En ‘Tardes de Soledad’ tratamos de crear una distancia entre lo crudo y lo artificioso”

Albert Serra

-Hay algo en la película que da la sensación de que no es un documental.

-Claro, es el ritmo, tiene algo de hipnótico. La película visualmente, gracias al montaje, tiene una sensualidad natural por los cambios de plano. Soy un maestro en esto, y solo yo podía hacerlo con esta precisión y detallismo. Crear la sensación con planos fijos, pequeños movimientos de cámara, panorámicas leves. Es más la idea y el conocimiento del montaje para crear esta sensualidad, esta hipnosis. De ahí el éxito de la película, porque el contenido es repetitivo, como una corrida en una plaza de toros. Queríamos conservar esta estructura y sensación de compromiso renovado constantemente por parte del torero. Conservo siempre dos elementos: la hipnosis y la sensualidad visual.

-Como director, ¿se considera un verso libre?

-De aquí sí, porque no hay tanta tradición de gente tan comprometida con el cine de autor. Ahora no sé, pero tradicionalmente no ha habido. Al menos tan radical como yo, creo que no. Para mi el cine debe de ser casi experimental, porque no me gusta la palabra, debe estar centrado en cosas de innovación, crear atmósferas inéditas... Y no preocuparse por lo que diga la gente o el público, no tener ninguna otra consideración que la propia cosa artística pura y simplemente. Entonces, en esto sí que estoy solo en el mundo. Hay más gente, claro, pero así de buenos, somos 15 o 20.

Albert Serra: “Es de tontos hacer una película de toros y pensar que no habrá controversia”
Albert Serra en el festival de San Sebastián. Unanue

-Entonces se trata de la consideración artística y el disfrute de hacerlo, ¿no?

Yo diría que sí. Lo lúdico siempre ha cruzado todas mis películas y de hecho es lo lógico. Da un tono particular porque le da algo de ligereza, de despreocupación, que está combinado con un rigor absoluto después en el montaje. A veces mucha gente en mis películas tiene la sensación de que la película se está burlando un poco del espectador, porque realmente no sabes qué tipo de imágenes estás viendo, tienes a veces esta pequeña duda. Yo creo que esto es bueno. Es que, si no, sería muy aburrido.

-¿Nunca ha sentido la presión, en sus inicios o algo, respecto a esta libertad de hacer las películas como quiera hasta el extremo?

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-Sinceramente no. Hubo un momento hace unos años en que había mucha presión de lo políticamente correcto que podría haber afectado incluso a esta película de toros. piensas que la gente va a estar en contra o que no le va a gustar, que va a molestar a alguien, no harías nada. Hay veces que es como el torero. Si se piensa mucho, una vez estás ahí, ya no puedes escapar.

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