Dietas
Pierde 18 kilos en 10 semanas y mantiene a raya a la báscula durante una década: “Probé todo hasta que di con este plan”
Gemma Renwick ha participado en el foto de experiencia de pérdida de peso de ‘The Telegraph’, donde ha revelado cómo consiguió ella revertir su situación.

Los constantes intentos de perder peso son una realidad con la que muchas personas luchan día tras día. El deseo de sentirse mejor con uno mismo, de alcanzar un cuerpo idealizado o simplemente de mejorar la salud se convierte en un objetivo que, en muchos casos, parece inalcanzable. La presión por cumplir con estándares estéticos impuestos por la sociedad, los medios de comunicación y las redes sociales genera una necesidad constante de estar a dieta, pero a veces la solución no pasa por ahí, sino por un cambio de hábitos, de rutina y hasta de mentalidad.
Así lo ha contado Gemma Renwick al diario The Telegraph, que cuenta con una sección en la que los lectores pueden relatar su experiencia con sus problemas de peso. Una disputa con la báscula que en el caso de Renwick logró tener un final feliz justo antes de su boda, un evento que le suponía un gran estrés por no dar con su talla ideal para el vestido de novia.
Renwick consiguió perder nada más y nada menos que 18 kilos en apenas diez semanas, un peso que fue manteniendo con el paso de los años, evitando el temido efecto rebote de aquellos que logran adelgazar. “Había probado todas las dietas posibles, pero el plan de reemplazo de comidas finalmente me ayudó a perder peso”, comenta esta británica a la publicación.
“Durante la mayor parte de mi vida, he luchado con mi peso. Desde la escuela. Mi peso estaba en mi mente todos los días, constantemente. Quería desesperadamente estar más delgada, pero no sabía cómo hacerlo. Había probado todas las dietas que existían solo para perder unos pocos kilos, que rápidamente volvían a subir. Estaba en un estado permanente de dieta o aumento de peso”, revela.
Punto de inflexión
Para Renwick, el punto de inflexión fue su compromiso con su marido, Jim. “Él siempre había sido muy sano y delgado, y yo siempre me sentí más grande que él. En las fotos, parecía tener el doble de su tamaño. La perspectiva de caminar hacia el altar con esa talla, sabiendo que todas las miradas estarían sobre mí y que habría fotos que durarían para siempre, fue lo que me impulsó a actuar. También ayudó el hecho de tener una fecha límite estricta”, cuenta.
“Mi amiga me había sugerido la dieta 1:1 (conocida entonces como la Dieta Cambridge). Consiste en utilizar productos sustitutivos de comidas como sopas, batidos y papilla en hasta cuatro comidas al día, para luego ir desactivándolos y volver a la comida real. También te asignan un asesor de dietas, con el que me reuní todas las semanas para pesarme, así como para recibir apoyo y consejos. Seguí el plan religiosamente, comiendo tres productos al día más una comida de 200 calorías de proteínas y verduras, bebiendo al menos tres litros de agua y eliminando por completo el alcohol . No fui al gimnasio, pero caminé mucho y siempre llegué a los 10.000 pasos”, explica sobre el secreto de su éxito. “Una semana después, recuerdo haberme subido a la báscula y haber visto que había perdido casi 3 kilos. La semana siguiente, perdí otros 2. No podía creer que había perdido 5 kilos después de dos semanas”.
Renwick explica que nunca tuvo hambre durante esta transformación. “La pérdida peso continuó siendo superrápida: bajé 15 kilos y cuatro tallas de vestido en 10 semanas, lo que significa que alcancé mi peso objetivo en marzo, cinco meses antes de mi boda. La pérdida de peso marcó una gran diferencia en mí. Mi confianza aumentó muchísimo. Antes me sentía incómoda con la ropa que usaba, elegía prendas holgadas y no me vestía bien cuando salía. Aun así, me divertía con mis amigos, pero en el fondo no me gustaba mi aspecto”.
“Desde entonces, he mantenido la pérdida de peso y me he mantenido en torno a los 60 kilos. Incluso cuando tuve a mi hija, Bethany, un par de años después de la boda, solo aumenté un poco de peso y lo perdí a las pocas semanas de que naciera. El único momento en el que realmente tengo que concentrarme y reiniciarme un poco es en enero, después de Navidad, porque me gusta darme algunos caprichos y beber un poco más de alcohol durante el período festivo y eso siempre hará que aumente un poco de peso”, añade.
Cambio de hábitos
Renwick, además, explica que tuvo también un cambio de mentalidad: “Ya no como en exceso como antes (no como compulsivamente, no hay una alimentación secreta) y ahora sé cómo controlarme y volver a los hábitos saludables y el peso simplemente vuelve a bajar”.
“Antes de perder peso, solía comer basura en secreto en casa y luego, cada vez que salía y estaba con amigos, me encontraba sin comida y decía que estaba a dieta. Después de perder peso, me di cuenta de que lo había hecho al revés. Necesito ser disciplinada y tener una rutina saludable en casa, que es el 80 por ciento del tiempo. Esto me permite salir con mis seres queridos, el 20 por ciento del tiempo, y comer y beber lo que quiero sin sentirme culpable”, agrega.
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