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El último gesto de Íñigo Onieva para volver con Tamara Falcó

El empresario se desplazó a la Iglesia de San Isidro de Madrid para hablar con el confesor de la marquesa horas después de que ella fuera.

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El último gesto de Íñigo Onieva para volver con Tamara Falcó

Íñigo Onieva sigue empeñado en arreglar las cosas con Tamara Falcó y en las últimas horas ha llevado a cabo su último intento, aunque no directamente con la marquesa. Tal y como han contado en exclusiva en ‘El programa de Ana Rosa’, Onieva, consciente de la pasión religiosa que tiene su ex, acudió en la noche del jueves 20 de octubre con su moto a las puertas de la Iglesia de San Isidro de Madrid, un lugar en el que tan solo unas horas antes había estado Tamara.

El empresario, según Pepe del Real, está luchando por el amor de Falcó: “Me cuentan que a las nueve de la noche, en la calle de Toledo, en la Colegiata de San Isidro de Madrid, el lugar en el que Tamara había estado 24 horas antes haciendo de pregonera de la campaña del Domund, un joven apuesto, de buena planta, con gabardina negra, intenta acceder al templo, pero está cerrado y se pone a llamar por teléfono”.

Rápidamente salió el párroco, el mismo que había estado horas antes con Tamara, y mantienen una larga conversación. “Yo creo que es su confesor, no me aventuro a decirlo, pero podría ser su confesor”, cuenta el periodista. Así, Íñigo Onieva “fue a la iglesia donde Tamara estuvo el día anterior para hablar con un religioso”, lo que desató los comentarios del resto de colaboradores destacando el carácter romántico del empresario porque “estas cosas ya no pasan”.

Tamara Falcó detalla su ausencia en ‘El Hormiguero’

La marquesa no acudió la semana pasada a su cita como colaboradora del programa de Antena 3 y realizó un viaje a Lourdes para tratar de superar su ruptura. Anoche, en su reaparición ante Pablo Motos, se pronunció sobre esta experiencia y sobre el atuendo que llevó y que se hizo viral: “No os riais, ese es el uniforme de Hospitalidad. Es muy práctico porque no tienes que pensar qué te vas a poner. Normalmente te lo suelen prestar, pero yo lo compré y ya me queda para más veces porque pienso volver”, expresó.

Ha sido precioso, Lourdes me ha encantado. He descansado mucho y es una experiencia preciosa (...). Es verdad que no he tenido mucho contacto con los enfermos porque estuve en cocina, pero me ha gustado mucho”, valoró. “Lo importante es que conocí a gente fantástica en estos momentos tan difíciles (...). Ir al santuario es una experiencia maravillosa, es un sitio precioso con un castillo y un lago estupendos. No solo es un sitio para la sanación física, sino también para curar el alma”.