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El sufrimiento de Ana Peleteiro tras el nacimiento de su hija: “Me costó muchísimo volver a mirarme al espejo”

La atleta se ha sincerado en redes sociales acerca de las complicaciones que sufrió durante y tras el embarazo. “Estaba todo el rato comparándome con otras chicas”.

Ana Peleteiro y su hija Lúa. INSTAGRAM

Ana Peleteiro recibió uno de los mejores regalos que te puede dar la vida. La atleta española se convirtió en madre por primera vez tras el nacimiento de la pequeña Lúa, fruto de su relación con Benjamin Compaoré. “Bienvenida al mundo, hija mía. Lúa Compaoré Peleteiro, 20/12/2022″, escribió la gallega en sus redes sociales acompañado de varias imágenes de su bebé recién nacido.

Meses más tarde, la medallista olímpica en Tokio 2020 ha regresado a los entrenamientos con el objetivo de recuperar el ritmo de competición que ha perdido a raíz de su maternidad. Sin embargo, su retorno al tartán no ha sido fácil, en cuanto al apartado mental, debido a los comunes cambios físicos que ha sufrido durante el embarazo y el postparto, según ha expresado en sus redes sociales a través de una publicación donde ha sacado su lado más sincero tras ser madre.

“Desliza para ver la realidad de mi postparto. Hoy me voy a exponer como nunca y a abrirme en algo que nunca antes os había comentado por redes. Desde del nacimiento de Lúa, me costó muchísimo volver a mirarme al espejo… Falta de sueño, subida de la leche, estrés, kilos de más que hacían que no reconociera mi propio cuerpo… Y cientos de sentimientos que crearon en mis inseguridades, dudas y un poco de tristeza”, ha comenzado escribiendo.

“Dudé muchísimo de mí”

Estas dudas con su aspecto físico, que aumentaron tras compararse con otras mujeres, se remontan a sus primeros meses de embarazo. “Desde el inicio del embarazo dudé de mi cuerpo, y en el posparto esas dudas aumentaron en un 200%. Estaba todo el rato comparándome con otras chicas, que aparentemente se habían recuperado en un abrir y cerrar de ojos, y no entendía por qué, a pesar de no haber cogido mucho peso y de entrenar tanto durante el embarazo, mi cuerpo no volvía a su sitio con la misma rapidez.

Por suerte, la atleta gallega pudo hacer frente a este problema, dado que empezó a sentirse orgullosa de lo que había conseguido con su hija como protagonista. “Y sí, dudé muchísimo de mí, pero de repente un día dejé de hacerlo y empecé a quererme, respetarme y a sentirme orgullosa de todo aquello que mi cuerpo había creado. Y fue entonces cuando todo en un abrir y cerrar de ojos, empezó a volver a su ser”, explica.

“Y aquí estamos hoy tres meses y medio después, volviendo a sentirme yo misma, que no la de antes, porque esa Ana nunca jamás volverá (gracias a dios), orgullosa de haber pasado por todas las fases y orgullosa de haber aprendido una vez más que el cuerpo de la mujer es MARAVILLOSO”, finaliza.