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El precio que ha pagado Alicia Vikander por la fama: “Siempre estaba sola”

La actriz que interpreta a Lara Croft en ‘Tomb Raider’ ha confesado que lleva una vida muy solitaria desde que obtuvo fama gracias al cine.

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Alicia Vikander se une a cerca de 700 actrices suecas que denuncian casos de abuso sexual en la industria cinematográfica en el país escandinavo.

Multitud de actores se acaban convirtiendo en estrellas, como Alicia Vikander, quien a sus 33 años puede presumir de una trayectoria larga y exitosa, interpretando a Lara Croft en ‘Tomb Raider’, y apareciendo en tramas como ‘Operación UNCLE’, ‘Ex Machina’, ‘El caballero verde’ e ‘Irma Vep’.

Su carrera sigue al alza a pesar de la suspensión de la secuela de ‘Tomb Raider’ tras la venta de MGM a Amazon, y es precisamente sobre su trayectoria de lo que ha hablado en una entrevista concedida a ‘The Sunday Times’, donde ha hecho varias confesiones, como que ser una celebridad le ha traído más dolores de cabeza que alegrías a lo largo de su vida.

La fama le llevó a una vida solitaria

Cuando, a los ojos de los demás, estaba en la cima de la fama, es cuando más triste estuve. Me decía a mí misma ‘asúmelo, es increíble’. Pero no sabía qué hacer. Había todos esos vuelos de primera clase, habitaciones de cinco estrellas... pero siempre estaba sola”, ha comenzado explicando, revelando que la fama significaba para ella estar sola: “Era muy solitario. Si no tuviera amigos a los que llamar, habría sido difícil. He visto lo que puede pasarle a la gente del sector”.

Y es que en un mundo tan peligroso como la interpretación, donde los sueldos pueden ser astronómicos, podría haber caído en las adicciones, como le ha ocurrido a otras grandes figuras. “A veces uno pasa por cosas difíciles y, si tiene trabajo de oficina, puede alejarse un poco. Pero hay veces que yo misma o compañeros hemos pasado por algo y, bueno, no puedo entender cómo han podido ir después a la alfombra roja”, ha añadido.

Unas palabras que van de la mano de otras que hizo anteriormente sobre la incomodidad que siente al grabar escenas sexuales en la gran pantalla: “He estado en situaciones que no estaban bien, donde no me sentía protegida. Lo único que no se puede improvisar es una escena íntima: hay que hacer una coreografía y atenerse a ella”.