Gastronomía

El plato favorito de la infancia de Dabiz Muñoz: sencillo, tradicional y perfecto para el invierno

El laureado chef confiesa durante una charla con amigos recogida en su documental de Netflix que esta receta le volvía loco cuando era un niño.

El plato favorito de la infancia de Dabiz Muñoz: sencillo, tradicional y perfecto para el invierno

La cocina de Dabiz Muñoz destila la misma originalidad que poseían de manera intrínseca los antiguos ultramarinos: en la esencia de sus platos conviven varios elementos de muy distinta procedencia e índole que terminan por crear una amalgama de sabores que hace las delicias del comensal. En esa fusión de toques luce la creatividad del laureado chef madrileño, que aúna en un único menú vanguardista elaboraciones típicas de España, China, Japón, India y México.

Dijo una vez un sabio que en lo sencillo se encuentra lo esencial. Y Dabiz Muñoz hubo un tiempo en el que limitaba su experiencia gastronómica a aprender con una actitud curiosa e inocente acerca de aquello que le gustaba. La infancia marca el pensamiento de todo artista; detrás de RavioXO, GoXO y StreetXO se encuentra también aquel niño del que se ha podido saber más tras el estreno el pasado mes de diciembre de UniverXO Dabiz, el documental de Netflix sobre el cocinero.

Uno de los retazos que el propio chef da sobre su niñez lo confiesa en una comida junto a Cristina Pedroche, su hija Laia y algunos amigos (entre ellos, el humorista y ganador de la sexta edición de MasterChef Celebrity, Miki Nadal). Arropado por ellos se sinceró y desveló cuál era su plato favorito de niño, sorprendiendo a todos al descubrir que no se trataba de nada vanguardista, surrealista ni dadaísta. Al revés. Se trata de una receta humilde y tradicional, propia del Madrid más castizo. El cocido.

Lhardy y Viridiana, los favoritos del chef

Este clásico guiso ha alimentado a generaciones y generaciones de españoles y, de hecho, podría parecer que encarna, valga la redundancia gastronómica, la antítesis a la cocina que expone Dabiz Muñoz en sus diferentes locales. Sin embargo, la influencia de este plato tan arraigado en la cultura popular madrileña ha marcado fuertemente la visión creativa del chef, que apunta dos cocidos como sus favoritos: el de Lhardy y el de Viridiana.

El primer restaurante es un clásico del centro de la capital, con dos siglos de vida y el cocido madrileño como plato estrella; el segundo cerró sus puertas hace poco más de un año y fue el templo donde Dabiz dio sus primeros pasos en la cocina: junto a su maestro, Abraham García (para el protagonista del documental, “el mejor cocinero del mundo”), interiorizó los valores de un arte que se da entre fogones, que en ocasiones brilla por lo sencillo y que, amén de la vanguardia que cada uno asuma, puede destilar la magia de los antiguos ultramarinos.

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