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El padre de Rafael Amargo, ingresado en estado grave tras la entrada en prisión del bailaor

Florentino, el padre del Rafael, se encuentra hospitalizado en estado grave, como ha señalado el abogado de su hijo: “Está bastante mal”.

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Imagen de Rafael Amargo.

Rafael Amargo no vive su mejor momento, y es que este mismo viernes, 3 de noviembre, ha ingresado en prisión provisional inmediata después de no haberse personado para firmar cada 15 días, algo que habían acordado para seguir en libertad por el caso del 2020, cuando se le acusó de presunto tráfico de drogas, por el cual la Fiscalía solicitó una pena de nueve años de cárcel.

El bailaor se encuentra en la cárcel madrileña de Soto del Real por “quebrantamiento reiterado” de la obligación de firmar. Allí estará hasta que se celebre el juicio que está previsto para los días 8, 10, 11 y 12 del mes de abril, después de que suspendiese el mismo en junio porque otro de los procesados renunció a su abogado.

Ahora bien, éste no es el único problema que tiene Rafael, y es que a raíz de su ingreso en prisión, parece que la salud de su padre, Florentino, ha empeorado, pues está ingresado en el hospital en estado grave, tal y como ha confirmado Jaime Caballero, el abogado de Amargo, a ‘El Español’: “Está bastante mal tras la detención de su hijo, como cualquier padre puede encontrarse”.

Un estado muy delicado del que parece no salir, pues ya en julio, Rafael Amargo declaró ante los medios que “lo que más me duele es que le está costando la vida a mi padre. Está agonizando en un hospital”. Y es que cabe recordar que tanto el padre como la madre del bailaor siempre se han mantenido al margen de los focos, pero cuando vieron la luz las acusaciones contra su hijo, trataron de defender su inocencia, considerando que tiene “una mano negra que le está arrastrando”.

Sus “problemas psicológicos” le han impedido acudir a firmar

Respecto al motivo por el que Amargo ha ingresado en prisión, Caballero, en palabras al medio citado, ha señalado que su cliente “algunas veces ha fallado en acudir los días 1 y 15 de cada mes, que era su obligación abstracta, y no ha cumplido rigurosamente, lo que ha llevado que la documentación médica que teníamos haya sido insuficiente para el juez y hayan mandado a mi cliente y al otro acusado a la cárcel”.

El mismo apunta que la ausencia de Amargo se debe a “problemas psicológicos” que le han hecho que sea “difícil cumplir con sus obligaciones, y más si tienes a gente que te va siguiendo para hacerte fotos”.