El motivo por el que Amaia Montero dejó La Oreja de Van Gogh

En 2007 y tras más de una década se terminó La Oreja de Van Gogh tal y como España la conocía. El 29 de junio de aquel año dieron un concierto en Tenerife y, después de anunciar que se tomarían un tiempo para componer su quinto trabajo, regresaron meses después con un cambio drástico en la plantilla: Amaia Montero, la dulce voz vasca que había convertido en himno las notas con las que el panorama musical patrio despidió los años noventa y se internó en los ‘dosmil’, dejaba la banda.

Este fin de semana ha vuelto a ser noticia la antigua vocalista del grupo por su participación en el concierto de Karol G, en pleno Santiago Bernabéu, materializando su solicitado regreso con una interpretación de Rosas, una de las canciones más populares de su etapa al frente de La Oreja de Van Gogh, que ya es historia de los conciertos en el templo blanco.

La versión de 2007

Han pasado 17 años desde su salida de la agrupación, que encontró en Leire Martínez a su nueva vocalista, y todavía son muchos los que se preguntan por qué se produjo tal ruptura. Una carta que Amaia Montero difundió en noviembre de 2007 avanzó los motivos de semejante episodio.

“Quisiera comunicar a toda la gente que me sigue y que me quiere la que hasta hoy es la decisión más difícil de mi vida. Los 11 años que he pasado con LOVG y todo lo que he vivido con ellos permanecerá por siempre en mi corazón y en mi cabeza, pero he sentido que es el momento de comenzar una nueva etapa en mi vida emprendiendo mi carrera en solitario”, explicaba, detallando que se trataba de “una decisión que me produce tanta ilusión como miedo” y desmintiendo todas las “tonterías” que había escuchado sobre su relación con “los chicos de LOVG”: “Sólo puedo decir que en estos últimos años he convivido más con ellos que con nadie y que los quiero como a hermanos y añadir que mucho de lo que soy como persona lo he aprendido de ellos”.

Aquel relevo lo tomaron Pablo, Álvaro, Haritz y Xabi para despedir, a través de otra misiva, a la que había sido su compañera hasta entonces. “Desde que hemos sabido de esta decisión hemos sentido mucha tristeza, no sólo por los motivos musicales evidentes, sino también por todos los años y experiencias vividas y por vivir. Sin embargo, y aunque quisiéramos que Amaia siguiera con nosotros, le deseamos toda la suerte del mundo en la nueva etapa que ha decidido tomar”, se leía en el texto.

“Queríamos cosas distintas”

Las versiones coincidían, pero tal ruptura, como todas cuando alcanzan semejante plano mediático, hizo que florecieran numerosas teorías acerca del suceso. Tras años de silencio, Amaia Montero se pronunció en una entrevista en Antena 3 aclarando que la historia más popular, la del enfado con el guitarrista y compositor de la banda, Pablo Venegas, era, simple y llanamente, mentira.

“En ningún caso fue un enfado con Pablo. Fue un momento concreto, llevábamos mucho tiempo juntos, crecimos juntos y estuvimos en una situación muy expuesta para chicos de nuestra edad”, confesó, añadiendo después que “llega un punto en todas las relaciones, un punto de inflexión”.

Fue un cúmulo de factores en una bonita circunstancia. “Quizá los años, quizá que evolucionamos hacia lugares distintos, queríamos cosas distintas. No fue un día... La convivencia, que es dificilísima. Yo estaba muy protegida también dentro del grupo, cosa que después en solitario cambia”, detalló, negando todos los roces y enfados y resumiendo su bienestar en el grupo de forma breve: “Yo era... No como una hermana pequeña, pero sí una chica entre chicos”.

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