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El drama de Eugenia Santana, la Miss España que ha sido ingresada en un psiquiátrico contra su voluntad

La modelo reapareció después de que la policía se presentara en su casa y la trasladara “a un lugar donde va gente que intenta quitarse la vida”.

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El drama de Eugenia Santana, la Miss España que ha sido ingresada en un psiquiátrico contra su voluntad

Eugenia Santana saltó a la fama a principios de los años 90 como una de las modelos más destacadas de España. Fue elegida para representar a nuestro país en Miss Universo en 1993 y consiguió colarse en el top 10 poniendo fin a siete años en los que las representantes españolas no conseguían clasificarse. La canaria logró llevarse además el premio a Miss Fotogenia en dicho certamen, pero 30 años después las cosas son totalmente diferentes y reconoce que “quizás sea el peor momento” de toda su vida.

La modelo fue una de las grandes protagonistas de Viernes Deluxe y detalló el difícil momento que ha vivido esta misma semana después de que la policía acudiera a su casa para trasladarla a un centro psiquiátrico. “No tenía la intención de contar esto, pero ha salido esta noticia... Reconozco que no estoy bien, no estoy en mi mejor momento. Quizás sea el peor momento... Pero tengo algo claro, que tengo ganas de vivir”, comenzó expresando en el formato que emite Telecinco.

Según ella, estaba comiendo con una amiga cuando varios agentes se presentaron en su domicilio: “Me hicieron bajar en pijama y no me hicieron subir más. Me llevaron a un hospital, a un lugar donde va la gente que intenta quitarse la vida. Pero yo no he tenido la intención de quitarme la vida. Era un psiquiátrico. Va a ser difícil de superarlo”, reconoció. Allí permaneció durante cinco largas horas, pero su calvario no termina ahí y así lo hizo saber la pasada noche.

Eugenia lleva años dedicada al cuidado de su madre y el pasado año descubrieron que padecía cadasil, una enfermedad que la modelo también ha heredado y que ocurre con el engrosamiento de las paredes de los vasos sanguíneos bloqueando el correcto flujo de sangre al cerebro. “Es duro saber que vas a terminar como has visto a tu mamá, que la has visto irse poco a poco (...). Tengo miedo, sobre todo por mi hijo. Necesito estar bien por él, que es dependiente (padece diabetes)”.

Pero no es la única enfermedad que padece, pues también ha sido diagnosticada, siempre según su testimonio, con depresión y bipolaridad. “Se me olvidaba comer, se me olvidaba bañarme, no tenía ganas de salir, empecé a encerrarme, a estar solo con mi madre y mi hijo...”, confesó. Además, reconoció que ha empezado a “hacer cosas raras” como “meter gente en casa que no es adecuada, regalar todo, prestar dinero” y perder “todo el tiempo las llaves de casa”. Sus actos llamaron la atención de sus hermanos, que tomaron medidas y la convencieron para que acudiera a un especialista: “Me diagnosticaron bipolaridad. Pasaba de estar muy deprimida a tener momentos de euforia. Había días en que sentía que no podía más y no quería seguir viviendo”.

Los dos golpes que agravaron la situación

La muerte de su madre fue un mazazo para Eugenia, pero antes ya había sufrido otro duro varapalo con su separación. A su madre la define como “mi vida, mi amiga, mi confidente, siempre me acompañaba, una mujer sufridora también, pero luchadora”. Por eso lamenta tanto no haber podido estar junto a ella en sus últimos días de vida. Y es que Eugenia estaba tan mal que sus hermanos optaron por no comunicarle que su madre estaba ingresada y a punto de morir. Por otro lado, la modelo se refirió a su separación: “Fue dramática. Es duro darte cuenta de que no era el hombre que yo creía”. Y es que después de 22 años de matrimonio su relación terminó con una denuncia por supuestos malos tratos y una orden de alejamiento.

Los difíciles testimonios de Santana en Viernes Deluxe no acabaron ahí y también recordó los abusos que sufrió cuando comenzaba a despuntar como modelo. “Yo era virgen cuando fui elegida Miss España a los 18 años. Mi primera relación fue a los 24, pero sufrí abusos en la industria. Intentaron comprarme, nunca lo consiguieron”. Por suerte, el dinero que ganó en aquella época lo supo invertir en la compra de un ático en el centro de Madrid y del alquiler de ese piso puede vivir ahora.