El camarero fallecido en el restaurante de Madrid estuvo en el casting de ‘Operación Triunfo’

Un incendio en un restaurante italiano (Burro Canaglia) situado en la céntrica plaza de Manuel Becerra de Madrid se cobró la vida de dos personas y dejó un total de diez heridos, según informaron fuentes de Emergencia. Uno de los fallecidos era un empleado del local de 25 años, que solo llevaba una semana trabajando en este establecimiento, que acabó en llamas por culpa de un soplete para flambear que arrasó con el decorado de los interiores.

Este joven de Benidorm, bajo la identidad de Julián Robles, tenía un estrecho vínculo con el mundo de la música, y por ello, empezó a trabajar en este restaurante con el objetivo de costearse todo aquello relacionado con su gran pasión: ser un cantante de éxito. Jay Robles, como se le conocía artísticamente, era una promesa de la música gracias a su faceta como compositor y cantante, cuyo sueño era vivir de este mundillo.

El artista valenciano tuvo la oportunidad de formar parte del casting de Operación Triunfo 2020, donde logró llegar a la final gracias a su estilo urbano que se ganó el respeto de los jueces del talent show musical.

“Voy a llegar hasta el final”

Esta tragedia ha dejado sin respuesta a la familia del joven fallecido. Su padre, que ha concedido una entrevista en Cuatro al Día, lamenta esta terrible pérdida y asegura que se podría haber evitado. “Es una pena que se haya ido de esta manera cuando creo que se podría haber evitado”, cuenta. Por otro lado, el primogenitor de Julián reclama que se realice una investigación para esclarecer lo sucedido. “Estamos hechos polvo, ya no le vamos a devolver la vida, pero que se intente hacer justicia para evitar que pase algo parecido”.

Por todo ello, ha querido dejar constancia que “no hay más infierno que perder a un hijo”. “Vamos a llegar hasta el final, voy a intentar ponerme en contacto con todos los afectados y voy a llegar hasta el final”, manifestó de manera contundente.

Este familiar de Jay Robles se ha mostrado claramente dolido e indignado, y ha criticado la decoración de local: “Era una puta bomba”, concluyó. Por último, su padre explicó en Telemadrid que su hijo ya había advertido de los riesgos de su empleo a través de una canción titulada ‘La habitación en llamas’. La letra rezaba ‘lloraréis por mi’, según ha recordado el progenitor.