Daniel Sancho rompe su silencio: “Estoy convencido de que me van a absolver”
“Se va a demostrar que fue en defensa propia”, ha dicho el chef, que se enfrenta a la pena de muerte en Tailandia tras matar y descuartizar a Edwin Arrieta.
Daniel Sancho ha roto su silencio desde la cárcel de Koh Samui, donde se encuentra en prisión provisional a la espera de que arranque en Tailandia el próximo 9 de abril el juicio contra él tras confesar que había matado y descuartizado al cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta. Un proceso de que espera salir sin cargos.
“Estoy convencido de que me van a absolver porque se va a demostrar que fue en defensa propia”, dijo el hijo del actor Rodolfo Sancho y la otrora intérprete Silvia Bronchalo en una entrevista para EFE que tuvo lugar los días 13 y 14 de marzo.
Sobre su ánimo de cara al juicio, en el que la Fiscalía tailandesa pide para él la pena de muerte (castigo previsto en el país para el asesinato con premeditación), ha manifestado: “[Me siento] con ganas de afrontarlo, de que por fin se me escuche y poder aclarar las distorsiones, los malentendidos y todas las mentiras que se han dicho”.
En defensa propia
Durante la entrevista, el nieto de Sancho Gracia, chef de profesión, insistió en la tesis que sostiene su defensa, capitaneada desde España por el reconocido abogado Marcos García Montes: “Mi objetivo en el juicio es demostrar que fue en defensa propia. Voy a demostrar lo que realmente pasó”.
Sancho sostiene que la muerte de Arrieta, que se produjo el 2 de agosto en un bungaló alquilado por él mismo en la vecina isla de Phangan, se debió a una pelea durante la cual el colombiano se golpeó la cabeza.
“Fue una pelea que yo no empecé y que tuvo un desenlace fatal que yo nunca habría querido”, argumentó el español, socio de una empresa de catering, quien sí reconoció que descuartizó el cuerpo del colombiano y repartió los restos en varias localizaciones de la isla, incluido el mar.
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“Estoy de siete meses y medio. Creo que fue la misma noche, después de la hoguera”, decía Ana riendo, quien ya ha sido madre con su pareja, Borja.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha criticado que el futbolista vaya a salir de la prisión mientras no haya sentencia firme.
La autopsia de Arrieta, que se incluye en el sumario, no ha conseguido establecer una causa concluyente del fallecimiento al no haberse encontrado algunas partes del cuerpo, entre ellas el torso.
La relación entre Sancho y Arrieta
Sancho y Arrieta, que se conocieron a través de Instagram un año antes por su interés común en la gastronomía, habían quedado el 2 de agosto en la isla tailandesa, conocida por las fiestas de luna llena, a la que el español llegó dos días antes y en la que planeaba quedarse varias semanas.
El joven, hijo del actor Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo, quedó bajo custodia policial cuando el 3 de agosto acudió a la comisaría de Phangan a denunciar la desaparición de su amigo y fue detenido formalmente dos días después, tras confesar el crimen del cirujano de 44 años.
A falta de menos de tres semanas de que comience el juicio sobre un caso que ha generado un alto interés mediático, Daniel Sancho prepara a diario su defensa y asegura que confía en los tribunales de Tailandia. “Creo que se va a hacer justicia cuando por fin se me escuche”, apuntó el joven, que aún no sabe qué días declarará en el juicio y que lo hará con un intérprete al español.
Los argumentos de las partes
Sancho estará representado por el abogado de oficio tailandés Aprichat Srinuel y cuenta con el apoyo de un equipo legal en Madrid liderado por el letrado Marcos García Montes.
La Fiscalía tailandesa le acusa de tres delitos: además del asesinato premeditado y la ocultación del cadáver, Sancho se enfrenta a un cargo por la destrucción del pasaporte de la víctima, que se castiga con hasta cinco años de cárcel.
La familia de Arrieta se personará en el juicio como coacusación a través del despacho español Ospina Abogados y un equipo legal tailandés, quienes aseguraron recientemente que la Fiscalía cuenta con más de medio centenar pruebas que demostrarían que fue un asesinato premeditado, como los cuchillos que el acusado compró el día anterior a los hechos.
El juicio oral en el Tribunal Provincial de Samui será un proceso largo e intenso de al menos catorce sesiones en las que declararán unos cincuenta testigos y la sentencia podría dictarse entre cuatro y ocho semanas después.
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