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Charles Dance, de ‘Juego de Tronos’ y ‘The Crown’, habla de su divorcio: “Caí en la tentación”

El actor que interpreta a Tywin Lannister en ‘Juego de Tronos’ ha confesado que le fue desleal a su exmujer, Joanna Haythorn.

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Charles Dance (Tywin Lannister) el Señor de Roca Casterly en la alfombra roja de Game of Thrones.

El actor Charles Dance encontró el amor rápidamente, pasando por el altar en el año 1970 junto a Joanna Haythorn, con quien estuvo más de tres décadas, hasta el 2004, cuando se divorciaron, no sin antes dar la bienvenida sus dos hijos, Oliver y Rebecca.

Una separación sobre la que ha vuelto a hablar el intérprete de ‘Juego de Tronos’ y’ The Crown’ en una reciente entrevista concedida a Gyles Brandreth en el pódcast ‘Rosebud’, señalando que fue infiel: “Caí en la tentación”.

“En su mayor parte fue un matrimonio maravilloso, pero luego, desafortunadamente, sucumbí a algunas tentaciones en el camino y el matrimonio terminó debido a mi comportamiento. Al final tuve que confesar”, ha explicado en veterano actor de 77 años.

Y es que, a pesar de todo, se siente agradecido de que, tras la infidelidad, su expareja le haya podido perdonar, y además pueda mantener una amistad con ella: “Vivíamos en Somerset, en este lugar enorme, y Jo [Joanna] tenía su estudio en un extremo y yo tenía el mío en el otro, y nos volvimos un poco como George y Martha en ‘¿Quién teme a Virginia Woolf?’. Después de un tiempo, regresé y pensé: ‘Realmente, tenemos que tener una conversación muy seria’. Y tuve que confesar y fue un shock para Jo, bendita sea”.

“Nunca me consideré atractivo. Realmente no... No fue hasta que hice ‘La joya de la corona’ años más tarde que la gente hablaba de mí como ‘la bolita de la mujer pensante’. Siempre me sentí muy agradecido si las chicas se comportaban como si se sintieran atraídas por mí”, ha añadido.

El actor está arrepentido

Además, Charles Dance se muestra arrepentido, reconociendo que no hay justificación: “No hay ninguna justificación para ello, ¿sabes? En nuestro negocio, Gyles, la tentación se presenta a menudo y hay que estar bien equilibrado y no tener una libido particularmente poderosa para no sucumbir a eso”.

“Entonces el matrimonio llegó a su fin: un gran arrepentimiento. Pero después de aproximadamente 18 meses, Jo y yo, afortunadamente, nos convertimos en mejores amigos y lo seguimos siendo, gracias a Dios. Tenía un piso no muy lejos de donde vivo y nos veíamos con bastante frecuencia, así que al final todo salió bien”, ha concluido.

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