MÚSICA

Cantona, antes del estreno de su gira: “Quizás los Rolling Stones quieran ser mis teloneros”

La gira protagonizada por el exfutbolista francés tiene este jueves su primera parada en Manchester. Un concierto que ha colgado el cartel de ‘no hay entradas’.

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Cantona, antes del estreno de su gira: “Quizás los Rolling Stones quieran ser mis teloneros”

Éric Cantona parece que no tenido suficiente con haber sido una de las grandes estrellas del fútbol mundial. El exjugador del Manchester United anunció en mayo el inicio de una nueva trayectoria profesional, pero esta vez como cantante. Meses más tarde, el ahora artista puede decir que ha colgado el cartel de ‘no hay billetes’ tras vender todas las entradas para tres de los cinco conciertos de su primera gira, que arranca este jueves 26 de octubre en la ciudad de Manchester.

El francés, que estrenó el pasado 20 de octubre, su primer disco ha concedido una entrevista en la BBC, donde ha compartido cuáles sus sensaciones antes del estreno de su gira, que también tendrá paradas en Londres y Dublín. Cantona asegura que siempre ha tenido “el sueño” de poder protagonizar un espectáculo de estas dimensiones, donde compartirá con sus más fieles la letra de hasta 20 canciones.

“No es miedo, es emoción”

“Siempre he querido estar enfrente de la gente, porque el espectáculo es algo que logramos todos juntos. Estas 20 canciones están hechas para tocarse en directo, por eso quiero hacer primero un álbum en directo”, cuenta el citado medio. Cantona también ha sacado pecho por ser el cabeza de cartel de un espectáculo y bromea con que los Rolling Stones sean sus teloneros antes de saltar al escenario. “Quizás los Rolling Stones quieran telonearme”.

Los precios para las actuaciones en Reino Unido rondan las 25 libras, mientras que en Irlanda el precio va más allá de los 60 euros. Manchester ha sido la única ciudad donde Cantona ha colgado el sold out, dado que es la ciudad que le convirtió en leyenda de este deporte. “En el fútbol empecé joven, y poco a poco fui jugando frente a 100, luego 500, luego 1.000 personas. Lo que siento hoy es más como los meses previos a mi primera vez en el teatro. No es miedo, es emoción. A menudo confundimos el miedo escénico, que paraliza, y la emoción, que galvaniza”.