Arantxa Sánchez Vicario: “He sacado la fuerza interior de mi viaje a las profundidades”

“Me queda mucha fuerza y un espíritu de lucha enorme, pero dinero, nada. Y casi lo agradezco, porque eso me impulsa a seguir trabajando como hace cualquier otra persona. Esa es la Arantxa que la gente no conoce”. Con estas palabras, Arantxa Sánchez Vicario define cuál es su situación económica actual en una entrevista con la revista Yo Dona.

No obstante, confiesa no saber cuánto ha ganado durante sus casi dos décadas como profesional en las pistas: “Yo me dedicaba exclusivamente a jugar al tenis. Sabía que ganaba dinero, pero depositaba toda mi confianza en otras personas para que se ocuparan de esos temas. No tenía motivos para desconfiar. Ahora sí que sé perfectamente lo que tengo”.

“Yo no he sido una privilegiada jamás. He trabajado mucho y durísimo. Es más, pensaba que eso era lo normal, que no había otra opción. No tenía demasiado tiempo para divertirme, pero no me importaba porque, para mí, el tenis lo era todo y sabía que solo se mejora con esfuerzo. No hay otro modo de hacerlo”.

Pero no se arrepiente de haber hecho estos esfuerzos y de perderse cosas más propias de la que era su edad entonces: “Siempre he tenido esa sensación, pero, sinceramente, no sé cómo me habría ido en la vida si lo hubiera vivido. No lo sé... Todo me llegó de una manera muy rápida y cuando era muy joven”.

Y sabe que pecó de ingenua en lo económico: “Creo que cuando eres buena persona, confías y, si las cosas no salen bien, entonces acabas pecando de ingenua. Así es como interpreto yo lo que me ha pasado”.

La relación con Josep Santacana

Durante su entrevista con la revista la extenista habla también de su descenso del cielo a los infiernos debido a la traumática separación del padre de sus hijos, Josep Santacana, y al proceso donde salió condenada por alzamiento de bienes. Y de cómo ha renacido y se ha reinventado: “Soy Sagitario, un signo de fuego. A lo mejor he sacado esa fuerza interior de mi viaje a las profundidades. Tengo dos hijos maravillosos a los que amo con locura, que son el motor de mi vida y que, en los momentos más difíciles, me han brindado el coraje que necesitaba para salir adelante. Y cualquiera que sea madre sabe que no hay fuerza más poderosa que la que nos dan los hijos. Me emociono al hablar de ellos”.

“Hoy, afortunadamente, puedo decir que me encuentro bien y que he aprendido lo que es el infierno. Saber lo que hay allí me ha ayudado a apreciar más lo que hay aquí arriba y a saber dónde no quiero volver nunca más. He aprendido mucho y eso me ha hecho más fuerte todavía”, agrega.

Y no cierra la puerta al amor: “Como cualquier otra persona que haya pasado por una separación o un divorcio. ‘Algunos matrimonios acaban bien, otros duran toda la vida’, dijo Woody Allen. No descarto nada”.

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