TELEVISIÓN

Antonio Banderas no deja caer a María Casado

‘Las tres puertas’ contará por sorpresa con una segunda temporada tras los desvelos, lágrimas incluidas, de su presentadora por la marcha del espacio.

Actualizado a
Antonio Banderas ha intervenido en el mannequin challenge más surrealista

Fue una de las apuestas de RTVE la pasada temporada y uno de sus mayores quebraderos de cabeza como consecuencia del frío dato. Hace menos de un año María Casado confirmaba que volvía a la que fue su casa durante tantos años con un formato de entrevistas que, bajo el nombre de ‘Las tres puertas’, pretendía explorar la vertiente más intíma de sus invitados.

El espacio, emitido en La 1 y en prime time, no respondió a las expectativas de la corporación en cuanto a audiencia, pero sí dejó un poso de buen programa. Casado llegó a mostrar sus desvelos por la marcha de ‘Las tres puertas’ en una de sus entrevistas a Pedro Ruiz, al que llegó a confesar que estaba preocupada.

“Es mucho más difícil desintoxicar que intoxicar. Los medios, es mi opinión, ahora ofrecen más dinero por ensuciar que por limpiar, lo cual es absolutamente imposible de tragar (…) Es mucho más difícil limpiar que ensuciar. Y tiene mucho más mérito, y este programa limpia. Luego tendrá la audiencia que tenga, pero los números no son el alma de la vida. Te deseo mucha suerte en esto, que tengan paciencia”, le espetaba Pedro Ruiz a una emocionada Casado.

Y precisamente eso, paciencia, es lo que parece haber tenido RTVE con el programa producido por Antonio Banderas, al que concede una segunda oportunidad, auque relega el formato a La 2. “Creo que va a su espacio natural, el mejor lugar donde el programa puede estar. Con ‘Las tres puertas’ no buscamos grandes audiencias, sino hacer una televisión de calidad”, desvelaba el actor a Yotele.

Puede que el formato no alcanzara las expectativas para un programa en prime time, pero no es menos cierto que a medida que iban pasando las ediciones la audiencia también iba creciendo paulatinamente. Y su llegada a La 2 es en sí misma una buena noticia ya que aleja el fantasma de la presión por el dato y permite que el programa siga su curso natural. Y limpie.