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Andrés Caparrós: “Estoy arruinado por unas multas millonarias”

El famoso y reconocido locutor de radio, natural de Garrucha, acaba de cumplir 80 años y sigue en activo desde su casa.

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Andrés Caparrós: “Estoy arruinado por unas multas millonarias”

Andrés Caparrós, mítico locutor para los más maduros, padre de Alonso Caparrós para los más jóvenes, acaba de cumplir 80 años y todavía en activo, desde un estudio de radio que él mismo ha montado en su casa para seguir ligado a la que ha sido siempre su pasión: la comunicación.

“Desde mi estudio me apaño, con mi ordenador y mi ratón. Todo el tiempo estoy con los tutoriales, aprendiendo. Con los micrófonos y con las luces me invento un mundo. Cada día estoy en conexión conmigo. Te asomas a ti mismo, no solo a la gente. Tanto el micrófono como la cámara son espejos, a través de los cuales nos empeñamos en ver y en tocar las palabras. Las palabras deben ser un sentido”, dice el veterano comunicador en una entrevista con El Español, donde manifiesta haber sufrido un duro revés.

“Yo puedo decir que Dios y mi trabajo esforzado me han hecho rico, en ese aspecto. También lo soy porque tengo una familia muy consolidada y llenar de amor. Pero también puedo decir que estoy arruinado desde el punto de vista crematístico por culpa de la anterior Junta de Andalucía. Concretamente, por culpa del que fue consejero todopoderoso, Gaspar Zarrías”, dice.

Y cuenta la razón: “Fue por una emisora de radio. Cuando quise retirarme a mi pueblo, en Garrucha, puse el nombre del pueblo a una radio. Creyendo que por haberme dedicado toda mi vida a expresar mi añoranza y orgullo de ser de donde soy se me iba a permitir tener una emisora de radio en mi pueblo. La llamé Radio Garrucha La Marinera. Eso me generó unas multas millonarias de casi medio millón de euros que me puso la Junta de Andalucía”.

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“No me importa decirlo. Soy un hombre pobre, pero rico, porque ese castigo, entre comillas, se debió, entre otras cosas, a que nunca he renunciado a decir lo que pienso y lo que siento. En cualquier emisora en la que he tenido oportunidad de trabajar”, agrega.

Su vida en la radio

En la entrevista, además, se queja de los periodistas a los que ayudó a despegar han sido desagradecidos en su mayoría. “Han sido muy olvidadizos conmigo. Creo que puedo decir lo contrario de mí mismo: nunca me cansaré de decir que Pedro Úbeda del Águila fue mi gran maestro en Almería. Y luego, por supuesto, en Radio Madrid, en la Cadena Ser… Siempre tuve el aprecio y el respaldo de Vicente Marco o de Joaquín Prat. O José Luis Pécker o Juan de Toro. Todos me ayudaron y lo digo orgulloso”.

Pero también reconoce errores. “Me he equivocado mucho. He cambiado mucho de emisora, lo cual puede verse como una cosa mala. Para mí ha sido positivo porque cada vez que empiezas en una cosa nueva pones lo mejor de ti mismo. Se trata de empezar desde cero. Aunque estemos siempre en la misma casa, empezar de cero es clave. No es fácil vencer a la rutina, pero hay que intentarlo”.

“El tiempo vuela y hay que tener claro lo que uno quiere en la vida y desarrollar y planificar los movimientos para conseguir el objetivo final. Yo creo que el objetivo final no debe ser otro tan importante como ser una buena persona. Ser leal, hacer las cosas bien y con el nivel de exigencia de cuando amas un oficio. Saber que eres un ser humano y que te vas a equivocar”, añade.

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