TRIBUNALES

Alves cumple un año en la cárcel: los giros del caso a unos días del juicio decisivo

El futbolista entró en la prisión de Brians el pasado 20 de enero de 2023 por la presunta violación que cometió el 30 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton.

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FC Barcelona's Dani Alves duing his press conference as new ambassador against the Hepatitis C for the Egyptian pharmaceutical company Pharco at the Camp Nou Stadium in Barcelona, Spain, on May 24, 2016 (Photo by Miquel Llop/NurPhoto via Getty Images)

El pasado 4 de enero de 2023 trascendió públicamente que Dani Alves había sido denunciado por una presunta agresión sexual en la madrugada del 30 al 31 de diciembre de 2022. El exfutbolista de equipos como el Barcelona, Sevilla o Paris Saint Germain se encontraba en la discoteca Sutton de Barcelona con unos amigos cuando conoció a un grupo de chicas entre las que se encontraba la supuesta víctima. La joven, de 23 años de edad en el momento de los hechos, contó en sede judicial que el brasileño le sugirió ir a uno de los baños privados del reservado VIP y que, una vez allí, abusó sexualmente de ella.

Alves había vuelto ya a México cuando estalló el asunto, aunque tuvo que regresar para el entierro de su suegra. Su intención era la de volver con su equipo, el Pumas, pero el retorno nunca se produjo, pues la jueza encargada del caso dio validez al testimonio de la denunciante y ordenó el ingreso inmediato de Alves en prisión.

El internacional brasileño, había estado en el Mundial de Qatar con su selección, pasó en unos días de participar en la máxima competición internacional a nivel de selecciones a estar entre rejas. Primero estuvo unos días en la cárcel de Brians 1 hasta que la magistrada ordenó su traslado por motivos de seguridad hacia Brians 2, donde permanece desde el 23 de enero.

Peticiones de libertad provisional

Apenas tardó diez días la defensa de Alves, encabezada por el letrado toga de oro Cristóbal Martell, en presentar un recurso para pedir la libertad provisional del acusado. Para justificar su movimiento, el abogado justificó que el futbolista no tenía intención de abandonar España y que incluso se ofrecía a llevar una pulsera telemática que permitiese el control de su ubicación. La retirada del pasaporte o la imposición de una orden de alejamiento también fueron propuestas como alternativas.

Pese a todos los intentos de demostrar el arraigo que Alves tenía con España, la Fiscalía y la jueza se opusieron en banda a la salida del futbolista de la cárcel. Además de la existencia de “indicios racionales de criminalidad” en su actuación, la inexistencia de un tratado de extradición entre Brasil y España y el importante musculo económico del futbolista fueron determinantes en la decisión.

La Audiencia de Barcelona ha denegado hasta en tres ocasiones los intentos de Dani Alves de salir en la cárcel con la libertad provisional a expensas de la celebración del juicio. La última a finales de noviembre, tan solo unos días antes de que se conociera que la defensa de la víctima pedía 12 años de cárcel para él.

Cambio de abogado

A principios de octubre, el periodista Carlos Quílez sorprendió contando en el programa ‘Y ahora Sonsoles’ que Martell, que se había encargado de la defensa de Alves desde prácticamente el principio del caso, abandonaba su representación. “Está pensando más en la repercusión penitenciaria de la sentencia antes que en ganar el propio caso”, subrayó el colaborador, quien dejó caer que el toga de oro daba por asumida la derrota.

Al día siguiente se conocía que Inés Guardiola, experta en derecho penitenciario, se haría cargo de la defensa. Desde ese momento se produjo un cambio de estrategia abandonando una táctica que había estado basada principalmente en buscar el desgaste psicológico de la denunciante de manera similar a como se procedió en el caso de ‘La Manada’ o en el juicio contra el futbolista Santi Mina.

A vueltas con la indemnización

Una de las primeras informaciones que trascendieron tras la entrada de Alves en la cárcel es que la supuesta víctima no quería saber nada de la indemnización que tendría que darle el futbolista en caso de ser condenado. Su prioridad era, tan solo, que se hiciera justicia. Aun así, la jueza impuso una fianza de 150.000 euros para cubrir una previsible compensación económica.

Amparándose en la ley del ‘Solo sí es sí’, la denunciante revocó su renuncia a la indemnización. Allá por el mes de agosto, su abogada envió un escrito por el que deseaba que constase su deseo a recibir la compensación. La solicitud se aprobó en menos de 24 horas bajo el pretexto de que la víctima “no era consciente de las consecuencias plenas del delito ni de las circunstancias sobrevenidas que le impedirían [...] el desarrollo de una sintomatología ansioso-depresiva de intensidad globalmente moderada”.

El último cambio de versión

A lo largo de todo el procedimiento, Dani Alves ha proporcionado hasta cinco versiones diferentes de los hechos acontecidos en la discoteca Sutton. Primero negó conocer a la denunciante, aunque, más tarde, confesó que se habían cruzado en el baño del reservado. En la tercera de las versiones se presentó como víctima y en la cuarta aseguró que las relaciones sexuales fueron consentidas.

El último intento en su defensa se centrará en alegar que había bebido alcohol esa noche y que, por ende, no era consciente de sus actos. De esa manera intentarán reducir la hipotética pena al entender que el supuesto estado de embriaguez podría funcionar como atenuante. Para justificarlo presentará un ticket de compra de la bebida.

La fecha de un juicio entre interrogaciones

Si no se produce ninguna novedad, el juicio por violación contra Dani Alves se celebrará en la Audiencia de Barcelona entre el 5 y el 7 de febrero. La cita dará comienzo a las 10:00 horas de la mañana, aunque todavía no se puede afirmar con certeza que la vista vaya a producirse, pues la sombra de un hipotético acuerdo lleva meses sobrevolando el ambiente.

“En los despachos se está trabajando a tope en este caso. La sombra de un eventual acuerdo de conformidad que anule la posibilidad de la celebración de un juicio está ahí”, advirtió Quílez a mediados de noviembre. Una línea en la que también ha insistido la periodista Mayka Navarro. Eso sí, todo acuerdo pasaría por la asunción de los hechos por parte de Alves, algo que no parece dispuesto a corroborar.

¿A qué pena se expone Alves?

La acusación particular pide 12 años de cárcel para Dani Alves y una indemnización de 150.000 euros por las secuelas físicas y psicológicas derivadas de la agresión. Sin embargo, la Fiscalía se queda en los nueve años de cárcel. Por su parte, la defensa del futbolista pedirá su absolución al considerar que el acusado es inocente de los hechos que se le imputan.

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