Álvaro Muñoz Escassi y María José Suárez ‘se casan’ en un crucero

Los rumores de su crisis se hicieron realidad cuando María José Suárez confesó a ¡Hola! que necesitaba un periodo de reflexión y que así se lo había pedido a Álvaro Muñoz Escassi porque sentía que el tiempo se le escapaba de las manos, como arena fina entre los dedos, y que se estaba perdiendo el crecimiento de su retoño de 6 años. Días después reaparecieron en un crucero que cruzaba las aguas de Copenhague, tal y como captaron las cámaras de Socialité. Y ahora aterrizan en España con la sorprendente noticia de que han contraído matrimonio sobre las frías aguas del norte.

“Nos hemos casado en el barco”, ha desvelado el jinete a los reporteros de Gtres justo al ser interceptado a su llegada a España, junto a la modelo y el hijo de ella, Elias, y visiblemente felices. Escassi hacía referencia a un enlace que forma parte del paquete de servicios de los barcos de la compañía MSC que, en realidad, carece de cualquier tipo de carácter religioso ni legal.

No obstante, sí que entraña una importante lectura simbólica. El oscuro túnel que parecían atravesar choca de lleno con la suave caricia de la luz en que se materializa esta reconciliación. “Sin duda, ha sido un viaje que no se nos olvidará jamás. Hacía más de un año que lo estábamos preparando, pero en el último momento hubo mucha improvisación que lo hizo aún más especial”, ha dejado por escrito en sus redes sociales quien fuera Miss España en 1996, para luego sellar de manera indefinida el amor que profesa a sus compañeros de periplo: “¡Con vosotros al fin del mundo!”.

Una crisis casi definitiva

Parece enterrarse así una última crisis que pareció, casi, definitiva cuando trascendió el “tiempo” que le había pedido la modelo a Escassi. “Los dos llevamos un ritmo de trabajo y de viajes que me dificulta pasar el tiempo con mi hijo, que sólo tiene seris años, y en ese punto de poder conciliar todo me encuentro”, expresó en una conversación con la citada revista, añadiendo que este cambio de pensamiento había llegado abruptamente a su cabeza tras entrar a su cuarto y hacer el cambio de la ropa de invierno. “Me di cuenta de que tenía un montón de peluches con los que ya no juega, que ahora prefiere otros juguetes de niño más mayor”, confesó.

Esta punzada en el corazón le hizo darse cuenta de la fugacidad del tiempo y la ignorancia de las personas ante el mismo paso de las horas. Tal fue su cambio de percepción que decidió distanciarse un poco de su pareja; reconoció que “Álvaro adora a Elías” y que “lo quiere mucho”, pero le apretaba la sensación incompatible con aquella revelación de que “a veces se olvida de que tengo un niño con el que necesito pasar más tiempo”.

Si parecía insalvable era, más allá de la propia solicitud del “tiempo”, por las afirmaciones que la modelo realizó sobre Escassi, a quien acusó de ser “un novio muy demandante y con muchos planes de adulto”. Las posibilidades de reconciliación eran una auténtica quimera que un crucero por el norte del Viejo Continente ha hecho realidad.

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