MÚSICA

La razón por la que los herederos de David Bowie recibirán 221 millones de euros

Warner Music ha comprado el catálogo completo del británico David Bowie que comprende las canciones publicadas a lo largo de seis décadas de sus 26 álbumes de estudio.

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David Bowie.

No es nuevo. De hecho, es un movimiento bastante habitual en los últimos tiempos. La compañía británica de inversiones Hipgnosis Song Fund adquirió en enero de 2021 el 50% de los derechos de autor del cantante y compositor canadiense Neil Young, que comprende unas 1.180 canciones.

Un mes antes Bob Dylan vendió por más de 300 millones de dólares sus derechos sobre unas 600 canciones al grupo Universal Music Publishing, mientras que la cantante Stevie Nicks cedía el 80% de los derechos sobre sus canciones a Primary Wave por unos 100 millones de dólares.

En mayo de 2021, la banda californiana Red Hot Chili Peppers, creada en 1983, vendió su catálogo de canciones, incluidos éxitos como 'Under de Bridge' y 'Dani California', también a la compañía Hipgnosis Songs por unos 116 millones de euros. Y en diciembre, Sony pagaba 500 millones por el catálogo de otro icono de la música, Bruce Springsteen.

El golpe de efecto de Warner

Y ahora, Warner Music ha anunciado la compra de los derechos de toda la obra musical David Bowie. La revista ‘Variety’ asegura que la compañía ha pagado a sus herederos más de 250 millones de dólares (221 millones de euros) por el catálogo del músico fallecido en 2016 a los 69 años.

Entre las canciones compradas se encuentran éxitos como 'Heroes', 'Changes', 'Let's Dance', 'Ziggy Stardust', 'Starman', 'Rebel Rebel', 'Fame', o su colaboración con Queen de 1981, 'Under Pressure', por citar las más populares. El acuerdo también incluye el álbum póstumo 'Toy', que se publicará este próximo viernes, y que integra nuevas grabaciones llevadas a cabo en Nueva York en el año 2000 de sus canciones publicadas entre 1964 y 1971, junto con un par de canciones nuevas.

Nuevo modelo de negocio

El apetito de los inversores por los derechos musicales se debe en gran medida al surgimiento del streaming, que ha abierto oportunidades para una industria que buscaba un nuevo modelo. Y es que, además del evidente beneficio para la banda o artista, el objetivo que persiguen compañías es disponer de estos fondos musicales adquiridos para venderlos para su uso en películas, juegos de video y publicidad comercial, entre otros.