TELEVISIÓN

¿Por qué hay que ver 'Dolores' para entender el caso de Rocío Wanninkhof?

Dolores Vázquez ofrece su testimonio sobre cómo fue ser declarada culpable injustamente por uno de los crímenes que más conmoción han causado en España.

'Dolores, la verdad sobre el caso Wanninkhof' se estrena este domingo 21 de noviembre en Telecinco, una noche de lo más especial para Dolores Vázquez, la mujer que hace 20 años fue declarada culpable por un jurado popular de la muerte de Rocío Wanninkhof. La protagonista relata cómo fue su vida en prisión y los detalles de su relación con la familia de la víctima en una serie documental producida por Unicorn Content para HBO Max. 20 años después, Dolores rompe su silencio y repasa lo que sintió como protagonista de un caso que conmocionó a España.

"Hace veinte años lo perdí todo: mi libertad, mi vida, mi voz, e incluso mi nombre. Y nunca he vuelto a ser la misma y nunca lo seré. Pero ha llegado el momento de enfrentarme a tantas sombras y contar por primera vez mi historia", expresa Dolores en el avance del documental. "Me siento más fuerte mentalmente, y para que la gente sepa más del caso... y no vuelva a ocurrir", le cuenta Dolores a una Toñi Moreno que narró el caso a principios de los 2000 y creó un vínculo con la que por aquel entonces era una de las personas más odiadas de España.

Vázquez fue víctima de una de las mayores injusticias judiciales de este país al ser condenada en septiembre de 2001 a 15 años y un día de prisión, además de una indemnización de 18 millones de pesetas. Fue declarada culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof, la joven de 19 años cuyo cuerpo fue hallado desnudo y sin vida el 2 de noviembre de 1999 en la Cala de Mijas después de más de tres semanas de intensa búsqueda. La brutalidad que presentaba el cadáver, con puñaladas y quemaduras por haber sido rociado con un líquido inflamable, causaron una gran conmoción y muy pronto el caso ocupó horas y horas en televisión.

El primer episodio de la serie documental de HBO Max se centrará en la posterior detención como sospechosa de Dolores Vázquez, expareja de la madre de la víctima, Alicia Hornos. Esta estaba convencida de la culpabilidad de la gallega, y ante la alarma social que ya se había creado, Dolores es detenida e ingresa en prisión preventiva. Un estudio de las fibras del cadáver de Rocío la pone en el disparadero, aunque tiempo después un nuevo análisis asegura que las prendas no guardan similitud Sin embargo, el juez que llevaba el caso denegó la petición de libertad provisional solicitada por el abogado y Dolores permaneció 519 días en la cárcel.

En 2003 se caza al verdadero asesino

"Yo siempre he tenido fe en la justicia, siempre. Pero ese día dejé de creer", expresa Dolores Vázquez sobre aquel fatídico día en el que fue condenada. No sería hasta septiembre 2003, con la muerte de otra joven, cuando la gallega comenzara a ver la luz. Un mes antes fue asesinada la joven de 17 años Sonia Carabantes, y la Guardia Civil descubrió un mes después que el ADN del asesino coincidía con los restos biológicos encontrados en una colilla hallada en el lugar donde apareció el cadáver de Rocío Wanninkhof. Después de 17 meses de cárcel, Dolores Vázquez fue puesta en libertad.

El asesino fue en realidad Tony Alexander King, un británico que residía en la zona y que contaba con un amplio historial delictivo en Reino Unido. Aseguró en el juicio que la muerte de Sonia Carabantes se dio "por accidente" y dio detalles más que concretos sobre el crimen de Rocío Wanninkhof. En 2005 fue condenado a 36 años de cárcel por el asesinato de la primera y en 2006 a 19 por el de la segunda, aunque no se pudo probar la agresión sexual por el mal estado del cadáver.

La libertad nunca llegó completamente

El testimonio que ofrece en este documental sirve para ver el punto de vista que faltaba en esta historia, un aspecto clave para entender las extrañas circunstancias que rodearon el caso desde el principio y cómo puedes no sentirte libre pese haber sido absuelta muchos años atrás. "Nunca me he sentido libre, excepto el tiempo que he estado en Inglaterra, porque era yo, porque allí nadie me conocía por la calle", confiesa en el último capítulo. Dolores se trasladó a Reino Unido en 2007 tras la muerte de su madre, pero el tiempo parece que no pasa y ahora vive en Betanzos, el lugar donde nació. "No fue solamente la condena y la prisión, fue después al salir y seguir luchando para salir adelante, que fue muy difícil. Habrán pasado 20 años, pero para mí siempre fue ayer", asegura. "Siempre he pedido un perdón por parte de la Guardia Civil, por parte del Ministerio de Interior, por parte del fiscal. ¿Qué les cuesta decírmelo?".

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