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Nivel de calidad de vida digital: qué es y qué lugar ocupa España

Se trata de un concepto que determina el bienestar digital de los ciudadanos de un país en función de cinco aspectos fundamentales y España necesita mejorar.

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Nivel de calidad de vida digital: qué es y qué lugar ocupa España

Internet se ha convertido en parte indispensable de nuestras vidas. De hecho, los usuarios pasan una media global de casi 7 horas conectados ya sea como consecuencia de sus obligaciones laborales y el reciente boom del teletrabajo debido a la pandemia o de alguna de sus aficiones como el visionado de series y películas o el gaming.

Ahora, un estudio elaborado por Surfshark, recogido a su vez por Statista, refleja cuál es el nivel de calidad de vida digital de 110 países que abarcan el 90% de la población mundial. Se trata de un concepto que determina el bienestar digital de los ciudadanos en función de cinco claves fundamentales: la calidad y el precio de internet, la seguridad e infraestructura electrónica y los servicios de que ponen a disposición las administraciones públicas.

El primer dato que destaca es que seis de los diez países con el más alto nivel de calidad de vida digital se encuentran en Europa, con Dinamarca en lo alto del podio, lo que refleja un fuerte desarrollo en la mayoría de los aspectos objeto de análisis. Después de Dinamarca, que repite por segundo año consecutivo en el primer lugar del ranking, los siguientes clasificados son Corea del Sur y Finlandia.

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Y si alguien se pregunta cuál es la situación de España, la respuesta es que queda mucho trabajo por hacer ya que ingresa en el top 20 de la clasificación por los pelos para ocupar el decimoctavo lugar con un índice de calidad de vida digital del 0,6744 sobre 1. El mismo resultado que en 2020. En lo que se refiere a la posición que ocupa en Europa, España se queda fuera del top ten (12).

El apartado en el que más destaca nuestro país es en el de seguridad ya que ocupa una meritoria cuarta posición global. La calidad, las infraestructuras y las facilidades que otorgan las administraciones públicas a nivel de servicios son aceptables. Por el contrario, en relación al precio, España no se acerca a las tarifas más asequibles y queda lejos (50) de los países en los que disfrutar de internet es más barato.