Kiko Matamoros enseña su nueva imagen: atención a sus abdominales

Kiko Matamoros comenzó la semana con un esperado regreso al trabajo después de trece días de recuperación tras someterse a una operación para retocarse el abdomen y los párpados. El colaborador de 'Sálvame' se metió en un quirófano durante más de cuatro horas para eliminar grasa y líquidos con el único objetivo de brindarle un mejor aspecto físico, una mejor imagen para cumplir con su meta de "llegar a los 70 como si tuviera 40".

Una ambulancia le trasladó hasta el plató de Mediaset y allí ha deleitado a sus compañeros y a los telespectadores con su evidente cambio. "Tengo interés de estar físicamente bien y hay que hacerse las cosas antes de que no tengan arreglo", alegó. Tal y como ha desvelado, se ha sometido a una blefaroplastia para corregir la caída de los párpados, un retoque en la nariz y las orejas, una liposucción con marcación abdominal en la que le han extraído tres litros de grasa y una ginecomastia masculina para eliminar las glándulas mamarias. Sobre estas últimas, aseguró que "no cumplen ninguna función biológica y te pueden producir un cáncer de mama", por lo que optó por su eliminación. Eso sí, "hasta dentro de tres meses no se ve el cambio", apuntó.

Su imagen ha causado furor entre sus compañeros, aunque en las redes sociales las imágenes con comentarios más ofensivos. En las fotografías que enseñó en plató, se puede ver el abdomen del colaborador poco después de la intervención y en las redes sociales ya había mostrado su cara, aunque lo realmente sorprendente es que le han llegado a comparar incluso con un cochinillo asado.

Pese a los mensajes, Matamoros está feliz con su nueva imagen y ya está preparado para la siguiente. Y es que la exigente recuperación, los cuidados de su novia Marta y las visitas cada dos días a una clínica para someterse a las curas y presoterapia, no frenan al colaborador en su afán por verse mejor. Por eso, el próximo retoque, para el que no ha desvelado fecha, será en su papada.