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De película: la historia de cómo el luchador Alex Munoz cazó al ladrón de su coche

El estadounidense, peleador de peso ligero de la UFC, ha narrado la trepidante persecución que protagonizó para pillar al delincuente, patadas y destornillador de por medio.

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De película: la historia de cómo el luchador Alex Munoz cazó al ladrón de su coche

Cabrear a una estrella de la UFC es algo que puede salir muy caro. Y si no, que se lo pregunten al hombre al que se le ocurrió robarle el coche a Alexander Munoz, estadounidense actualmente bajo contrato con la famosa empresa de artes marciales mixtas. Y es que el delincuente, al margen de tener que rendir cuentas con la policía una vez fue apresado, se llevó un susto importante cuando tuvo que enfrentarse cara a cara con el mismo Munoz, que no dudó en perseguirle en cuanto se dio cuenta del robo.

Ha sido el propio luchador el que ha contado con detalle el episodio en el CaliCast Podcast de la UFC. Y la historia no tiene desperdicio. Según Munoz, fue su novia la que se dio cuenta, cuando ambos estaban en casa, de que el automóvil había desaparecido: "Era pronto por la mañana y mi chica me despertó y me preguntó: '¿Dejaste el coche en el gimnasio?' Lo supe de inmediato. Corrí afuera y el coche no estaba", comenzó a contar el deportista.

Munoz explicó que, tras el hallazgo, contactó de inmediato con la policía y puso una denuncia, pero no satisfecho con ello, decidió ponerse a buscar a los culpables él mismo. Y no tardó en encontrarles: "Vi a un tío que estaba pasando por mi lado y me fijé en él bien. Y me di cuenta de que llevaba puesta toda mi equipación de snowboard: mi chaqueta, mis pantalones, todas mis cosas".

Munoz optó entonces por seguir al tipo de lejos. "Llegó hasta mi coche y se metió dentro con un colega. Yo volví a llamar la policía y les pregunté que dónde estaban", recordó, "y me dijeron que estaban de camino, pero yo no sabía dónde". Sin tiempo que perder, Munoz fue tras ellos "y, básicamente, les perseguí durante cinco manzanas, hasta que el tipo salió y me dijo: '¿Tienes algún problema?'. Y yo le dije: 'Sí tío, ¡estás en mi coche! ¡Ese es mi vehículo!'".

Lo que siguió a continuación parece algo más propio de una película que de la vida real. Y es que, según Munoz, los dos hombres echaron a correr mientras él, tras ponerse al mismo nivel que uno de ellos, se dedicaba a trotar con toda tranquilidad a la par. "Noté que se estaba empezando a cansar, que bajaba el ritmo y comenzaba a respirar fuerte", prosiguió, antes de llegar al clímax del relato: "En ese momento, entró en pánico, sacó un destornillador e intentó abalanzarse sobre mí". Pero lo que recibió en respuesta fue una patada en el estómago.

El desenlace del episodio se produjo rápido: el hombre quedó tendido el en suelo y Munoz le arrastró por la calle, mientras le pedía que le devolviera su ropa a gritos. "Hice que se sentara en el bordillo hasta que llegaron los polis a echarme una mano", concluyó el luchador, que pudo recuperar tanto su coche como su equipación de snowboard de inmediato. Y sí, parece justo dictaminar que la historia es, de principio a fin, digna de un thriller de Hollywood.