CONSUMO

El motivo por el que cambian de sitio los productos en los supermercados

La mayoría de cadenas de supermercados sigue una estrategia de colocación de sus productos en función de una serie de pautas que procedemos a descubrir.

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El motivo por el que cambian de sitio los productos en los supermercados

Hay muchas actividades cotidianas sobre las cuales nunca nos hemos parado a pensar o buscarle una explicación. Una de ellas es el ir a hacer la compra al supermercado, donde siempre nos encontramos con productos distribuidos por pasillos y correctamente ordenados. Pero lo que muy pocos se habrán parado a pensar es en el motivo por el que, de vez en cuando, estos productos cambian de ubicación y, por tanto, sufren nuevos posicionamientos.

¿Por qué cambian su ubicación los productos?

Las cadenas de supermercados no cambian la ubicación de sus productos porque sí, sino porque se ha llegado a la conclusión de que si recorremos más pasillos en busca de aquellos productos que hemos ido a comprar, podremos caer en la tentación de encontrar otros que no tuviésemos en mente adquirir. Cuanto más tiempo pasemos en el supermercado, más posibilidades hay de que nos llevemos más productos -aunque no hayamos ido precisamente a buscarlos-.

Estas tiendas hacen múltiples estudios precisamente para saber dónde ubicar sus productos y conseguir un mayor éxito en su objetivo. De esta manera, también ha cambiado el tamaño de los carritos, los cuales ya son más grandes puesto que hay estudios psicológicos que dicen que si un cliente ve el carrito vacío tiende a llenarlo.

En pocas ocasiones podrás encontrar los productos básicos o conocidos como de primera necesidad -leche, agua, fruta o higiene- cerca de la entrada del supermercado. Cabe saber que si entramos a un pasillo lateral desde el pasillo central, los productos que más pueden llamar nuestra atención siempre estarán ubicados a la derecha, y los más básicos o que menos nos atraigan a la izquierda. También se podría dar el orden que sitúa a los más baratos en la parte alta o baja de la estantería, pero nunca a la altura de los ojos.

La cuestión de las ofertas siempre ha llamado la atención y ha despertado más de una polémica, y es que siempre se tiende a redondear a cifras que terminen en 5 o en 9, de tal manera que por ejemplo un producto llama más la atención si cuesta 9,99 euros a uno que cuesta 10€. En estas zonas siempre es recomendable dedicar tiempo para elegir bien la oferta, ya que suelen ser zonas con algo de 'caos' totalmente intencionado.

Por último, siempre que llenamos nuestro carrito acudimos a la zona de las cajas para proceder con el pago, y siempre descubrimos algún producto en sus alrededores. Con el fin de que el cliente pique y se lleve algo que no tenía en mente comprar, varios productos suelen colocarse en estas zonas, siendo especialmente habituales los dulces o los más llamativos en cuanto a color y forma, y suelen renovarse una o dos veces a la semana.