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La surrealista cena en casa de Jorge Sanz: avispas, 'troleos' y confesiones inesperadas

El actor se convirtió en el anfitrión de la última entrega del programa 'Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition' durante una velada bastante estrambótica.

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La surrealista cena en casa de Jorge Sanz: avispas, 'troleos' y confesiones inesperadas

El programa 'Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition', en el que un grupo de personajes conocidos del panorama nacional van rotando para ejercer de anfitrión de una cena organizada en su propia casa, siempre ha dado pie a anécdotas de todo tipo, algunas muy divertidas y otras un tanto extravagantes.

El actor Jorge Sanz fue el protagonista del último episodio del formato, recibiendo en su domicilio en Torrelodones a María Jesús Ruiz, Ana María Aldón y José Antonio Avilés. Y la velada fue, cuanto menos, curiosa. El intérprete preparó gazpacho y carne a la parrilla, un menú que no terminó de convencer a sus invitados. Pero el aspecto culinario quedó relegado a un segundo plano ante el cúmulo de situaciones desconcertantes que se sucedieron en la propiedad de Sanz.

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Como inauguración de la noche, durante el aperitivo, los comensales tuvieron que enfrentarse a una invasión continua de avispas que acabó saldándose con una víctima: María Jesús recibió un picotazo en la espalda, y Sanz, más que acostumbrado a los bichos, no dudó en atenderla sobre la mesa de billar del salón. "Las avispas están rabiosas y muertas de hambre. Bastantes pocas han venido", comentó con buen humor el anfitrión.

La presentación de la comida, por otro lado, también dejó bastante impactados a los invitados: se descubrieron manchas de lejía en las servilletas y varios cubiertos sucios. "¿Os parece normal que me dé una copa medio usada por él? ¿Me dices cómo como yo en un plato sucio? Es que tiene hasta un bicho y todo", se quejó María Jesús a sus compañeros. Los perros de Sanz también 'alegraron' la degustación, apareciendo cada dos por tres por si les caída algo de carne (que les cayó). "Estaba todo como muy surrealista", criticó después Ana María Aldón, "le daba un poco igual todo. Él estaba feliz, estaba a gusto".

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Para rematar la excéntrica velada, Sanz estuvo llamando Eva María a Ana María durante la mayor parte de la cena. Y cuando quiso arreglar el error, pareció darse a entender que en realidad lo que estaba haciendo el artisra era vacilar de forma sutil a sus invitados. "Tengo que hacer primero una declaración", anunció al traer los postres, "porque esta noche he cometido un error imperdonable con una dama. He estado llamándote Ana María cuando te llamas Eva María. Llevo toda la noche llamándote Ana María, así que quiero pedirte disculpas humildemente, Eva María. No te tengo por qué llamar Ana María porque eres Ana María y no Eva María. ¡Tengo un cacao!". La cara de pasmo de la exmujer de Ortega Cano lo decía todo.

Por último, tampoco tuvieron desperdicio algunas de las confesiones personales que hizo Sanz durante la cena. "Estoy en el paro, he cotizado 45 años", reveló, "ahora promuevo mis dos próximos proyectos a la vez que una película. No debo nada, tengo la casa pagada... No tengo grandes necesidades y están todas cubiertas". Y tras este comentario, llegó otro todavía más sorprendente: "A Resines sí le debo dinero. A Resines y a Segura. Me llevan manteniendo dos años".