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Emily Ratajkowski denuncia que fue agredida sexualmente por el fotógrafo Jonathan Leder

La modelo asegura que en una sesión de fotos celebrada en 2012 fue supuestamente violada después de haber sido emborrachada.

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Emily Ratajkowski denuncia que fue agredida sexualmente por el fotógrafo Jonathan Leder

Emily Ratajkowski ha hecho una de sus confesiones más difíciles al asegurar que sufrió una agresión sexual por parte del fotógrafo Jonathan Leder en 2012. La supermodelo ha publicado un emotivo texto en The Cut, de The New York Magazine, en el que además revela las dificultades legales a las que ha tenido que enfrentarse por sus derechos de imagen, aunque lo realmente sobrecogedor es el relato de cómo fue supuestamente agredida hace más de ocho años, cuando ella tenía tan solo 20.

"Mi agente me dijo que comprara un billete de autobús desde Penn Station hasta Catskills, donde un fotógrafo llamado Jonathan Leder me recogería y me reembolsaría el viaje. Haríamos la sesión en Woodstock, para una revista artística de la que nunca había oído hablar y pasaría la noche en su casa", ha escrito.

La sesión no era remunerada, pero Emily posó primero en lencería y posteriormente desnuda. Mientras lo hacía, y siempre según la modelo, el fotógrafo le ofreció vino a la vez que ella intentaba continuar con una carrera que la caracterizada como trabajadora. "En el momento en que dejé caer mi ropa, una parte de mí se disoció", expresa en el texto insistiendo en ese carácter trabajador y tolerante que quería mostrar.

En su testimonio confiesa además que por culpa del vino comenzó a estar "muy, muy borracha", por lo que los recuerdos están "un poco borrosos". Se acuerda de que la maquilladora salió de la habitación y les dejó solos, de que "tenía frío, tiritaba y estaba acurrucada debajo de una manta", explica. "Jonathan y yo estábamos en un sofá y sentía la textura áspera de sus vaqueros en mis piernas desnudas", pero después, "no recuerdo haberle besado pero sí recuerdo que sus dedos estaban de repente dentro de mí".

Al darse cuenta, agarró con fuerza la muñeca de Leder y le apartó de ella, pero la única reacción del fotógrafo fue sobresaltarse y abandonar la habitación sin decir ni una palabra. "Realmente dolía mucho. Llevé mi mano instintivamente a su muñeca y saqué sus dedos de mí con fuerza", zanjó.