El crudo testimonio de un joven portero que recibió el impacto de un rayo sobre el césped
Ivan Zaborowski ha regresado a los entrenamientos tras el grave percance que le provocó un paro cardíaco y le llevó a estar en coma inducido.
El joven portero Ivan Zaborowski, del Znamya Truda, ha vuelto a nacer después de haber sufrido el impacto de un rayo el pasado 7 de julio durante un entrenamiento. Las imágenes fueron captadas por una cámara de seguridad del centro de entrenamiento de su equipo y causaron una gran conmoción a nivel internacional, pues de repente se ve una especie de explosión sobre él provocando que caiga inmediatamente desplomado. Ahora, ha regresado a los entrenamientos y ha hablado en la televisión rusa de cómo vivió tan dramático momento.
El jugador de tan solo 16 años se encontraba ejercitándose en una zona alejada de sus compañeros y no había riesgo por las condiciones climatológicas, por eso se llevó a cabo la sesión de práctica. Tras el impacto, Ivan fue trasladado directamente a un hospital cercano en coma inducido, lo que según los expertos pudo salvarle la vida. "Mis pulmones, era muy difícil respirar", ha recordado el joven futbolista. Tan solo tiene unas pequeñas heridas y unas quemaduras en la piel, en la zona del hombro, pero su estado mejora día a día: "Estoy mejorando cada vez más", confesó.
Pero el desenlace podría haber sido otro de no ser por la rápida actuación de su entrenador, Anton Basov, que rápidamente llevó a cabo la reanimación cardiopulmonar antes de la llegada de los sanitarios: "Le vimos tumbado bocabajo y corrimos hacia él", destacó.
Y es que no era sencillo darse cuenta de lo que había ocurrido, por las condiciones meteorológicas y porque todo ocurrió en un segundo. "Todos actuaron rápido, de forma muy profesional. La ambulancia llegó en ocho minutos", explicó el director general del club. "Lo más probable es que haya tenido un paro respiratorio. Recibió primeros auxilios y tal vez por eso el niño está vivo", agregó.
Esta misma semana regresó a los entrenamientos y fue recibido como un auténtico héroe. Los directivos le entregaron una medalla y un trofeo, recibió los saludos de la plantilla del Lokomotiv y firmó su primer contrato con el club.