Italia

La bonita historia de amor de Ennio Morricone y su esposa María

El mítico compositor italiano, que puso música a películas como 'El bueno, el feo y el malo'o 'La Misión', falleció el pasado lunes a los 91 años de edad.

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La bonita historia de amor de Ennio Morricone y su esposa María

Algunos no dudan en tildar a la música como ‘el idioma de los dioses’ y no es para menos, ya que por ejemplo la historia del cine no hubiera sido igual sin ella. Por ello, los compositores que se encargan de las bandas sonoras de las películas, más que compositores deberíamos llamarles ‘magos’. Ayer tristemente se fue uno de dichos ‘magos’ para no volver, Ennio Morricone falleció el pasado lunes a los 91 años de edad en Roma como consecuencia de una caída. Su música siempre será eterna y películas como ‘Érase una vez América’, ‘La misión’ o ‘El bueno, el feo y el malo’, jamás se hubieran convertido en leyendas del séptimo arte sin el trabajo del italiano.

Los genios como Ennio suelen esconder grandes historias a sus espaldas, y el italiano no iba a ser menos y detrás de todas las bandas sonoras se esconde un increíble relato: el del amor de su vida, su esposa María. El autor siempre le agradeció a su mujer todo lo que hizo por él y tras recibir el Oscar Honorífico le dedicó íntegramente el premio a ella: "Es un acto de justicia. Mientras yo estaba componiendo, ella se estaba sacrificando por la familia y nuestros hijos", explicó el compositor.

Diez años más tarde de recibir ese Oscar, Ennio ganó otro por ‘Los odiosos ocho’ y de la misma manera decidió dedicárselo a María: "Se lo dedico a mi esposa, Maria, mi mentora". Ennio y María se conocieron en 1950, ella era amiga de la hermana del compositor y un día cuando iba conduciendo su coche sufrió un grave accidente que la mantuvo postrada en la cama durante varias semanas. El oscarizado compositor no se separó de ella un solo momento y estuvo a su lado todos esos días: "Así, día a día, gota a gota, hice que se enamorara de mí", explicó en una entrevista el italiano.

Un matrimonio feliz, pero difícil

Cinco años después de conocerse María y Ennio se casaron y un año más tarde nació su primer hijo, Marco. Por aquel entonces el compositor era prácticamente un desconocido, pero cuando nació Alessandra, su segunda hija, su carrera comenzaba a despunta. Para el nacimiento de su hijo pequeño, Marco, Ennio ya era toda una estrella de Hollywood.

El italiano y su esposa siempre han dicho que han sido un matrimonio feliz, pero el músico explicó en el discurso del Oscar Honorífico que no había sido fácil para su esposa aguantarle: "Durante cincuenta años nos hemos visto muy poco: o estaba con la orquesta o estaba encerrado en mi estudio trabajando" y a lo que añadió en otra entrevista: "Ella ha sido muy buena al aguantarme. Es cierto, a veces soy yo quien tengo que soportarla. Pero vivir con alguien que hace mi trabajo no es fácil. Atención militar. Horarios férreos. Días enteros sin ver a nadie. Soy un tipo estricto, primero conmigo mismo, y en consecuencia con los que me rodean".

María Travia

La esposa de Ennio en más de una ocasión apareció en los créditos de algunas películas de su marido porque fue la encargada de poner la letra a varias de sus composiciones como en ‘La Misión’, ‘Cinema Paradiso’, o ‘Érase una vez en el Oeste’. Asimismo, ella era la primera en escuchar las composiciones de Ennio y quien daba su visto bueno: "A veces los directores elegían las peores piezas de las que proponía. Después, yo tenía que rescatarlas como podía, con la instrumentación, por ejemplo. "Comprendí que debía hacer que escucharan solo las buenas. Entonces se me ocurrió un método: empecé a llamar a mi mujer para que escuchara todos los temas. Ella me daba su opinión: 'Quédate con este, desecha este otro, Ennio. De nada", relataba el compositor.

"No tiene un conocimiento técnico de la música, pero tiene el mismo instinto que el público. Y es sumamente severa. Problema resuelto: desde que los escucha Maria, los directores pueden elegir solo entre las piezas que previamente ha aprobado ella. En cambio, cuando la composición no encaja, el problema no atañe al director ni a mi esposa: esas decisiones son cosa mía", explicaba Ennio.